SÍ SE PUEDE HACER DE OTRA
MANERA…

Congreso de los Diputados (Ampliación)
Sin duda la fragmentación del
Parlamento lejos de traer el desgobierno, la inestabilidad y la inseguridad democrática,
nos ha traído un espectro político mucho más representativo que el caduco
bipartidismo. No podemos olvidar que la normativa electoral actual fue
elaborada con toda intención, para que las minorías no incordiaran y evitar que
pudieran alcanzar cotas de poder significativas, sobre todo, el Partido
Comunista de España. El PP y el PSOE no disimulan su añoranza de la belle epoque, donde se alternaban en el
Gobierno con los nacionalistas, aunque formaran un matrimonio de conveniencia.
Estamos en las puertas de constituir
el nuevo Congreso de los Diputados y el Senado. Más significativo el primero
que el segundo. El PP, Ciudadanos, la CEOE, la Banca, la Iglesia los
manifiestamente franquistas, desearían que gobernara la lista más votada por
razones obvias. Confunden la mayoría absoluta con el absolutismo y se arrogan
el derecho democrático exclusivo y excluyente de la lista más votada. No
obstante, la lógica matemática e ideológica nos dice que hay una mayoría de
fuerzas de izquierdas, superior a los dos partidos de derechas. El PP genuino heredero
del franquismo y Ciudadanos, nueva derecha apoyada por la patronal y los
bancos, sobre todo por el IBEX-35.
La madurez democrática que ha
demostrado el pueblo, debe de ser correspondida por la sensatez de los
políticos. El presidente de Las Cortes, del Congreso y del Senado, debería ser
un socialista y las respectivas mesas constituirse con representación de todas
las sensibilidades de las cámaras. Y establecer los grupos parlamentarios
tantos como sean necesarias para permitir canalizar todas las tendencias.
A la hora de formar el
Gobierno, es preciso abandonar las rigideces y las rayas rojas. La Constitución
es una norma que como todas las normas están hechas para cumplirse, modificarse
o derogarse, si han quedado obsoletas. La Constitución Española está escrita al
dictado de la transición de una dictadura a una democrática, pero en el siglo
XXI los dogmas deben de salir de nuestra Carta Magna. El Preámbulo, el Artículo
2 y el Artículo 8, ofenden la madurez democrática del pueblo español.
Como ciudadano exijo que no renunciéis
a ningún avance democrático y no temed preguntar a los españoles sobre todo
aquello que les compete. No podéis seguir gobernando haciendo la voluntad del
pueblo pero sin contar con el pueblo, porque haya dogmas ancestrales en la
Constitución que obedecen al régimen del 78, que ahora están superados por los
hijos y nietos de los que hicimos la Transición.
Si la inoperancia de los
políticos os hace fracasar por la añoranza del bipartidismo y la gobernanza ignorando
las minorías, no hay que tener miedo a convocar nuevas elecciones. El pueblo volverá
a marcaos el camino, pero convenceos de que ya nada será igual al pasado…
Dialogad, debatid, negociad, hablad
y escuchad.
Congreso de los Diputados
Reportaje: Pedro Taracena Gil
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