sábado, 6 de julio de 2013

EL DÍA DEL ORGULLO HETEROSEXUAL


 IGUALES


Los hombres oficialmente heterosexuales, es decir todos los hombres que en el mundo han sido, reivindicamos que al igual que se celebra el día mundial del orgullo gay, deberíamos marcar una fecha en la cual exultemos de gozo y júbilo de ser heterosexuales de toda la vida…
¿Envidia? ¿Rivalidad? ¿Reivindicación? Simplemente una manera de ocultar la intolerancia y la dificultad para aceptar la igualdad. Los hombres y las mujeres que han vivido y viven su opción sexual en el armario, son iguales a los que hemos vivido en el entorno de su encierro.
¿Por qué su opción sexual han estado y aún está oculta e invisible al resto de los hombres heterosexuales? La respuesta es obvia y ha protagonizado la  histórica de la humanidad. Los hombres hemos montado un patriarcado ancestral donde las mujeres cumplían la única  función de perpetuar la especie. Parir y cuidar de la prole, mientras los hombres podían utilizar a las mujeres como propiedad y fijarse en otro hombre mermaba sus atributos varoniles. Han tenido que pasar muchos siglos hasta que la humanidad haya asumido los valores de la tolerancia como consecuencia del reconocimiento de la igualdad. Las mujeres al igual que los hombres éramos desde siempre iguales, libres y por tanto dignos de respeto y de tolerancia.
Situados en el siglo XXI las conductas de violencia de género dejan al descubierto que nosotros, los hombres heterosexuales, nos hemos aprovechado de esta cultura perversa que ya en nuestros días viene tipificanda como machista y delictiva.
Volvamos al planteamiento desidioso de marcar un día para imitar, más aún, epatar al orgullo gay. Tal pretensión supone un despropósito. Podría entenderse como un premio de agradecimiento a los heterosexuales, por haber concedido el derecho a ser iguales a los homosexuales, cuando los causantes históricos de la desigualdad, hemos sido los primeros. Sería una oda al disparate.

La fiesta del orgullo gay se extenderá mientras en el mundo haya una mujer o un hombre perseguidos por su opción sexual. Hasta que verdaderamente sean iguales. El matrimonio igualatorio es la señal inequívoca de que vamos por el buen camino. La fiesta en honor de la normalización gay, dejará de tener sentido cuando se iguale a la normalización heterosexual. Lo demás es hipocresía y machismo.

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