Foto: Pedro Taracena
Se ha instalado en la sociedad europea, y muy en
especialmente en la española, lo de llamar a procesos y hechos de forma
diferente a las que las definiciones del diccionario establecen. Y no es ni casual, ni ingenuo, que sean los portavoces de
gobiernos y de las fuerzas políticas y económicas quienes hagan uso repetido,
más bien abuso continuado, de una práctica que se define por aquel aserto de un
dirigente de infausta memoria: “Una mentira repetida mil veces se convierte en
verdad”.
EL ÁNGEL CAÍDO
Ricardo Bellver
Foto: Pedro Taracena
Cierto es que el diccionario no valora en sus definiciones la
bondad o maldad de los términos que define, por lo que hay buscar en otras
fuentes aquello a que me estoy refiriendo. Aristóteles es una fuente
fidedigna y aceptada como referente en toda Europa, y en su Gran Ética lo dejó
claro hace ya 2400 años: Gastar donde es conveniente y solo en la cantidad
conveniente es virtuoso, pero así como el bien tiene una sola forma, el mal
toma varias, la avaricia, la tacañería, la sordidez, la avidez o la
voracidad, son la enfermedad multiforme de la ilíberalidad. (Lo contrario a la
virtuosa liberalidad generosa)
Para ver si esto es aplicable a la Europa y España actuales
bastará analizar la situación basándonos en los objetivos declarados por sus
dirigentes y sus documentos básicos.
EL ÁNGEL CAÍDO
Atributos
El Consejo Europeo adoptó en 2010 la autodenominada
Estrategia Europa 2020. Para ese año, según el documento " debería haber 20 millones de personas menos en riesgo de
pobreza o exclusión social". Sin llegar a lo de la
Constitución Española de 1812, de conseguir la felicidad, la actual recoge que
una función principal de la Nación es “…promover el bien de cuantos la
integran…”La Comisión, en el documento de balance de Europa 2020 del pasado
año, reconoce que en lugar de progresar hacia el objetivo de reducción de 20
millones, la pobreza y la exclusión social han aumentado hasta a afectar a 1 de
cada 4 ciudadanos en la UE: 124,2 millones (2012), aumentando a razón de unos 7
millones de nuevos pobres por año. También recoge que el objetivo de empleo,
75% de la población activa empleada, en lugar de progresar también
se ha visto reducido ininterrumpidamente, de 68.9% en 2009 a 68.4% en 2012, con
un incremento del desempleo de 7.1% en 2008 a 10.9% en 2013. Pero sobre todo,
siendo este dato el más preocupante, que el empleo ya no garantiza la salida de
la pobreza,
Los datos de Eurostat demuestran que los países que peor
evolucionan, y con tasas más altas, son generalmente los mismos que han estado
bajo la supervisión de la Troika o bajo una gran presión para reducir el gasto
público mediante medidas de austeridad (caso de España).
El análisis de las causas lo completó el anterior
comisario de empleo Andor: “las recientes reformas fiscales han tenido un
impacto agresivo, donde las rentas bajas se han visto afectadas más duramente
que las demás.”
EL ÁNGEL CAÍDO
Atributos
Llama la atención que en ese tiempo, los países más
radicalmente defensores de lo que muchos expertos ya califican de austericidio
(Alemania, Países Bajos y Suecia), son los que han reducido sus
índices de pobreza, lo que viene a ser prueba de que algo más que la lógica
económica lo que está detrás de las decisiones, como muy probablemente es un
nacionalismo camuflado de ortodoxia, no es de extrañar que surjan en los
“perdedores” movimientos de autodefensa con similar trasfondo ideológico.
En los últimos días la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social ha
presentado un informe, sobre la evolución de la vulnerabilidad social entre los
años 2009 y 2013 en España, con datos del INE, entre los 12,8 millones de personas
a los que se refiere el estudio, hay 9,6 millones bajo el umbral de la pobreza
y 2,8 millones de personas con una severa falta de recursos, en total más del
27 % de la población, a pesar de un cambio del sistema estadístico (con los
criterios de 2004 sería el 28,4%).
Aún cuando es algo que se olvida casi siempre, hay que
recordar que el conjunto de la UE y España en 2013 produjeron sustancialmente
la misma riqueza (según fuentes tan poco sospechosas como el FMI o el BM) que
al comienzo de la crisis, por lo que la situación no deviene de que haya menos
recursos, sino de que se reparten de forma diferente.
Así pues los copagos, las subidas del IVA, los recortes en el
salario social (Educación, Sanidad y Servicios sociales), desahucios, etc.
no pueden ser calificados de algo virtuoso como la austeridad, sino parece más
propio situarlos el lo que está poniendo de moda la última película de impacto
mundial: una sádica mortificación, al servicio de intereses, que por mucho que
se justifiquen propagandísticamente no son nada virtuosos.
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