Los artífices de
la Santa Transición fueron voluntariamente incapaces de condenar el Golpe
de Estado del 18 de julio de 1936. Los
vencedores y vencidos de la Guerra Civil provocada por el general Franco; derrocando la República legítima y
legalmente constituida, tampoco tuvieron la voluntad de reconciliar el enfrentamiento
fratricida. Muerto el dictador, el Consenso sirvió para dejar impune el genocidio cometido por
la Dictadura Franquista y el Pacto Constitucional que promulgó nuestra
Carta Magna encorsetando y fosilizando la reciente Historia de España.
Ya en
Democracia más legal que real, La Casta formada por los
vencedores y vencidos han seguido sin defender al pueblo de la tiranía histórica y
contemporánea, tanto nacional como en el exterior. Algunos
hitos dan prueba fehaciente de esta indefensión:
En la descolonización de Guinea Ecuatorial, el Gobierno de España abandonó a su
suerte al pueblo de guinea, fomentando relaciones diplomáticas y económicas
sin condenar la tiranía y dejando que potencias
extranjeras como la República Francesa, se
aprovechen de las materias primas de la nueva república.
Guinea fue una provincia española.
LOS REYES DE MARRUECOS Y DE ESPAÑA
Una de las
vergüenzas nacionales más sangrantes, sangrantes
por la sangre derramada, es la situación
criminal mantenida por el Gobierno de turno del Reino de España con el Sahara Occidental. Colonia española sin todavía resolver legalmente su descolonización. El afán anexionista de la más que
dudosa democracia del Reino de Marruecos, está dilatando
hasta el infinito el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui. El pueblo saharaui es español y le han convertido en apátrida.
La indefensión de los Derechos Humanos por parte del Gobierno de turno
llegó al sumun de la desvergüenza cuando el Partido Popular y
el Partido Socialista Obrero Español,
acuerdan mutilar el Principio de Justicia Universal. Atrocidad legal aunque inmoral cometida al dictado de EEUU, por el asunto del crimen de guerra del cámara
José Couso. La República Popular China por
los crímenes del Tíbet y la
Plaza de Tiananmen. Israel para evitar perseguir el genocidio contra el Pueblo
Palestino. Es evidente que si La Casta no fue capaz de defender al pueblo español condenando los crímenes franquistas,
es nada probable que alberguen conciencia al margen de los intereses de los
poderes económicos, de salir en defensa de la Declaración Universal de los derechos Humanos.
NIÑOS EN EL SAHARA OCCIDENTAL
Recientemente
Zapatero y Rajoy reformaron la
Constitución con nocturnidad y alevosía, por indicación de la
política europea al servicio de los mercaderes y en contra
del pueblo español.
Este breve
ensayo sería interminable si incluyéramos el desamparo
que el Gobierno de España ha sometido a su pueblo
a lo largo de las ocho décadas de la
reciente Historia de España. No obstante tenemos
dos casos de rabiosa actualidad:
Los trágicos hechos ocurridos en Marruecos con el grupo de espeleólogos españoles,
donde la desidia por un lado del
reino alauita de corte casi medieval y la prudente
diplomacia del reino amigo, han provocado la muerte de dos miembros del grupo.
Una vez más la defensa de los ciudadanos españoles es francamente mejorable.
No
obstante hay caudillos salvadores que se han creído que
España es, lo que es, por su excelente gobernanza. Aznar y González. Estos ínclitos
servidores de la patria, han sido incapaces de condenar la dictadura franquista
y de abogar por la reconciliación nacional,
atendiendo la dignidad de las víctimas
del genocidio franquista. Pero en un alarde de conquistadores han surcado los mares
para criticar la República Boliabariana de
Venezuela, liderando una lista de expresientes de dudosa neutralidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario