VIBRANDO A TRAVÉS DE LOS BESOS TÁNTRICOS
Quiero adentraros un poco más en el universo de los besos tátricos....
Un beso implica tres palabras muy importantes para mí: tocar, sentir y vibrar...ya que con ellos, podemos despertar estas sensaciones, tan maravillosas para el ser humano…
Daos tiempo, miraros como si os quisierais perder en la mirada del otro, respirad conscientemente… viviréis una experiencia única de conexión y de amor.
Os sugiero algunos besos tántricos más...
Un beso implica tres palabras muy importantes para mí: tocar, sentir y vibrar...ya que con ellos, podemos despertar estas sensaciones, tan maravillosas para el ser humano…
Daos tiempo, miraros como si os quisierais perder en la mirada del otro, respirad conscientemente… viviréis una experiencia única de conexión y de amor.
Os sugiero algunos besos tántricos más...
Senda del yogui. Ponte frente a tu pareja y mantened ambos
los labios juntos, sin despegarlos, sosteniendo la posición por el tiempo que
queráis. El resultado es un potente sentimiento de amar y ser amado.
El efecto esponja. Él pone su lengua en tu boca y tú
empiezas a chuparla con suavidad. Después, gradualmente, aumentas la
intensidad. De acuerdo con los especialistas, la lengua de un hombre tiene
conexiones con su lingam (Pene) y succionándola, elevarás su energía sexual..
Aspiradora. Toma los dos labios de tu pareja entre los
dientes y pásales la lengua suavemente hasta encender su pasión.
Solo me queda recomendaros: Disfrutad de cada momento...
rendios al sentir y vibrar os llevara a amar conscientemente.
TANTRA EL RINCON DE LA LIBERTAD
SEXUAL
"El
objetivo fundamental del sexo tántrico es dejarse llevar por el placer",
afirma Alicia Gallotti, escritora especialista en sexualidad y autora del libro
Sexo y Tantra. "La
meta no es el orgasmo, sino la energía sexual que transmiten los dos cuerpos, aprender
a disfrutar del sexo sin etiquetas, sin tabúes, sin presiones ni ansiedad.
Disfrutar con libertad", añade esta especialista.
1.
El
sexo tántrico busca disfrutar del placer en toda su esencia
2.
Personas
en plena madurez sexual se acercan a esta disciplina en busca de nuevas
experiencias
Acceso al trabajo completo:
Tomando como premisa este
conciso resumen de la doctrina tántrica, pretendo acometer la osadía de contrastar
esta cultura oriental con las tres religiones monoteístas implantadas en
occidente. Estas últimas opciones abordan el humanismo relativo a la sexualidad
de forma antagónica a como se plantea en Tantra. Para el Judaísmo, el
Cristianismo y el Islán, el sexo queda postergado a la procreación, es decir, el
mandamiento divino de: “Creced y multiplicaos”. Al margen de los matrimonios
religiosamente constituidos, el sexo es algo negativo y sometido a la moral y
las buenas costumbres comúnmente aceptadas. La casta sacerdotal es quien se
arroga la interpretación infalible de la voluntad divina. En los estados
modernos se reconoce el derecho a la libertad sexual, aunque en el seno de la
creencia religiosa, la sexualidad, únicamente está destinada para perpetuar la especie. Es la “concupiscencia”. La tendencia que el ser
humano tiene hacia el mal.
De este planteamiento teológico
ajeno a cualquier raciocinio humano, emanan un sinfín de vocablos que expresan
las normas morales ancestrales preñadas de complejos personales y sociales, así
como de prejuicios religiosos y hasta antropológicos relativos al clan, la
tribu y la figura del patriarca. Vocablos tales como concupiscencia, mencionado
más arriba, lascivia, lujuria, impudicia, impureza, deshonestidad, masturbación,
anticoncepción, inmoralidad, homosexualidad, lesbianismo… Todos ellos tienen
como fundamento negar el placer sensual y sexual del ser humano. Pero sin
embargo todos están protegidos como derechos humanos recogidos en las
constituciones de las democracias modernas. Todos estos conceptos perderían su
esencia positiva, si quebrantaran la libertad, el respeto, la igualdad y la
responsabilidad. El planteamiento de la realización sexual de la persona es una
reivindicación educacional que comienza en la infancia y continúa a lo largo de
las diferentes edades del hombre. La
opción a vivir al margen de la sexualidad, la castidad, la virginidad, son
opciones legítimas pero no vinculantes para el resto.
No obstante, quien viole la
libertad sexual de los otros contra su voluntad (violación), abusando de niños
(estupro, pederastia) o el incesto, serán
condenados por el Código Penal. No porque hayan cometido pecados reato
de culpa, sino porque han cometido un delito penado por la ley civil, donde
cualquier deidad está margen. Sin duda las doctrinas monoteístas referente a la
sexualidad, están al margen de vivir conforme a la Naturaleza y de cuerdo al
pensamiento emanado de la razón. Un acercamiento a Tantra para un ciudadano de
occidente, mujer u hombre, supone dejar mucho lastre cultural, social, político
y religioso en el intento. Para comenzar, la sexualidad es una materia positiva
que toma parte de un todo. Aunque esta aproximación personal a Tantra tiene
muchas limitaciones, me doy por satisfecho provocar un debate para cambiar de
signo la ecuación de la sexualidad, planteada
por las tradiciones: judaica, cristiana e islámica.
Es preciso acercarse a Tantra
de forma impúdica, sin pudor. Abrir todos los compartimentos bloqueados de tu
cuerpo, mediante los cincos sentidos. Todas las partes del cuerpo, con mayor o
menor intensidad, son susceptibles de albergar zonas erógenas. El masaje, la
caricia, el abrazo en la desnudez, la felación y la masturbación, tiene como
fundamento aumentar sensualidad, sexualidad, lascivia, lujuria y provocar un
orgasmo que se pretende permanente. Los enemigos de Tantra son: el sexo precipitado,
incómodo, eyaculación como meta y sobre
todo realizado de forma inconsciente. Las emociones y las sensaciones
conscientes en el encuentro sexual y en el abrazo tántrico, son decisivas. Y la
continencia en la eyaculación para no malgastar energía, una meta irrenunciable.
A una sesión tántrica se entra
despojado de toda vestidura y bagaje de complejos y prejuicios. Uno se abandona
en el otro y da rienda suelta a los sentimientos y sensaciones. Diciendo sí al
devenir del placer y del gozo. Tantra penetra en Occidente sin discriminar
entre hombres de mujeres y viceversa. El sexo, mejor dicho la sexualidad como
potencial humano, no tiene género. Los genitales femeninos y masculinos
únicamente son diferentes a la hora del ayuntamiento para la procreación. El
resto son susceptible de excitarse ante cualquier caricia, y a cualquier
estímulo corresponde una respuesta.
Los amantes en un proceso de
encuentro tántrico, es natural que pierdan el pudor ante cualquier compostura
en aras de lograr el máximo placer sensual, sexual, erótico e incluso
pornográfico… El clima creado en el lecho de la lujuria ansiada, imbuye a los
amantes en la persecución del clímax anhelado. Aunque algunos autores no
incluyen como práctica tántrica el llamado Kamasutra, las acrobacias formadas
por estas posturas eróticas, persiguen y consiguen tanto en parejas de mujeres
como de hombres o mixtas, grados de erotismo de alto potencial sexual…
En el comienzo de este
brevísimo ensayo utilicé la palabra osadía, por atreverme a contrastar dos culturas
antagónicas. El fanatismo y la razón. Los prejuicios y la libertad. Lo natural
y lo antinatural. La realización sexual y la frustración. Las tinieblas y la
luz… No obstante, mi osadía no conoce límites y la disciplina Tantra debería
ser una asignatura adaptada a la infancia, adolescencia, pubertad, juventud,
madurez y senectud. Nuestra sexualidad ha sido una conducta proscrita,
censurada, clandestina, ignorada, preñada de tabúes, frustraciones, prejuicios
y complejos. Tantra es la auténtica
escuela del amor humano, donde se sacraliza la sexualidad, largos siglos perseguida
y condenada.
Hoy día bajo el término
“Tantra” podemos encontrar sobre todo dos corrientes, la Tradicional y la
Neotántrica.
Lo primero que necesitamos
entender es que Tantra no es solo sexo, Tantra es una tradición espiritual muy
antigua en la cual el tema sexual constituye solo una parte de todo lo que es
el camino tántrico.
Tantra tradicional
Se inició en la antigua India
hace unos 5.000 años.
La palabra Tantra significa
totalidad y expansión de la consciencia. Tantra es la unión de Shiva y Shakti.
Shiva es la consciencia que impregna todo y está en todos, sin embargo a veces
en los seres humanos está dormida. Shakti es la energía dinámica que impregna
todo. Shakti significa poder, energía, y es necesaria para poder despertar la
consciencia, también en los seres humanos. Shiva y Shakti son la dualidad de la
totalidad, no dos conceptos separados. Y a veces los podemos representar como
la energía masculina y la femenina. Cuando nos referimos a maithuna, la unión sexual
entre un hombre y una mujer, es mucho más que la unión de dos cuerpos
independientes, es la fusión que se produce como resultado de la unión de la
energía y la consciencia. En este estado alquímico es posible tener una
experiencia extática de un grado superior permitiéndote evolucionar a todos los
niveles.
El Tantra te ayuda a mover y
canalizar tu energía despertando tu consciencia para convertirte en una persona
más equilibrada, presente y capaz de integrar cualquier vivencia como parte de
tu experiencia.
En Tantra hay muchos linajes y
escuelas distintas. La escuela mejor conservada hoy día es el Shivaísmo de
Cachemira. Las prácticas que esta escuela suele incluir son:
Hatha Yoga: ásanas, pranayamas,
mudras,…
Devas
Yantra
Mantra
Meditación
Estudio y práctica de textos
tántricos antiguos
Las técnicas básicas
desarrolladas por el Tantra conducen al despertar de la energía física y
espiritual que llamamos Kundalini Shakti, que es la energía que nos permite
evolucionar despertando nuestra consciencia.
Las prácticas sexuales
normalmente son poco mencionadas o transmitidas ya que son consideradas
secretas. Según mencionan muchos maestros los practicantes no están preparados
para dichas prácticas para las cuales se requiere un estado psicológico y
espiritual muy elevado que trasciende el cuerpo y las barreras de nuestra
propia mente.
Dentro del Tantra tradicional
hay una corriente llamada Kaula Tantra, la cual incluye prácticas sexuales pero
también poco accesibles en la actualidad por lo mencionado anteriormente.
Es la tradición original que se
inició hace miles de años y el practicante puede aspirar a los 4 siddhis o
frutos:
Moksha (Liberación)
Dharma (virtud)
Artha (abundancia)
Bhoga (gozo)
Para recibir dichas enseñanzas
es necesario un Maestro Tántrico o Gurú que proceda de un linaje auténtico
donde las enseñanzas han sido transmitidas de maestro a discípulo durante miles
de años.
El Tantra tradicional es la
corriente más profunda.
El Tantra es un camino
espiritual de crecimiento interior que no renuncia al mundo físico, a la vez
nos ayuda a conseguir nuestros objetivos internos y externos (maya siddhi).
Entrevista
con María Ferrer, profesora certificada de tantra
Lo que necesita saber del sexo tántrico
Según la experta esta
práctica permite llegar a un estado de plenitud permanente y equilibrar la
energía sexual cuando está descontrolada.
Por: El Espectador
María Ferrer dicta talleres donde se realizan ejercicios para recuperar autoestima y abrir la mente. Óscar Pérez - El Espectador
Escondido entre las montañas del Himalaya, el tantra es una energía que se ha ido manifestando como un secreto a las personas, sobre todo a las tradiciones orientales que la han buscado por técnicas de meditación y el ritual de la sexualidad. Es un camino espiritual que no niega el deseo, sino que lo usa como medio para llegar a la iluminación, razón por la que el sexo tántrico ha ganado mayor popularidad a través de los años.María Ferrer, profesora certificada de Tantra por Ipsalu Tantra International de California y actual traductora de doce capítulos de La joya en el loto, considerado el libro guía de esta práctica, habló con El Espectador sobre los talleres que dicta para encontrar la felicidad y el equilibrio sexual por medio del tantra. Amarse a uno mismo y tener la mente abierta son algunos de los consejos que da para vivir esta experiencia.
¿En qué consiste la práctica del tantra?
El tantra es una filosofía espiritual. Su etimología viene de dos palabras del sánscrito: tanoti, que significa ‘expansión’, y trayati, que es ‘liberación’. Es expandir tus sentidos hasta su límite, para trascender el estado físico y lograr el contacto energético y espiritual.
¿Cuál es el origen de esta energía espiritual?
El tantra nace de la tierra y desaparece por un tiempo, porque según cuenta la historia, mucha gente aprovechó esta energía para manipular a los demás. Por esto, dura un tiempo recluida en las montañas del Himalaya, norte de India, y empieza a ser un conocimiento que solo pasa de discípulo a discípulo. Ahora, en nuestro tiempo, vuelve a salir porque es un momento en el que hay mucha consciencia para restablecer nuestro poder natural.
¿Cuál es la diferencia entre el tantra y el sexo tántrico?
La mayoría de las personas asocian el tantra con el sexo, pero el sexo tántrico no agota toda esta espiritualidad, sino que está englobado dentro de ella. Un tántrico muy avanzado al final ya no necesitará del sexo tántrico para sentirse en un estado orgásmico permanente. El sexo tántrico es una parte importante del tantra, pero este último lo que te permite es que todo lo que sientes falso dentro de ti se desmorone y llegues a tu estado puro.
¿Entonces hay dos modos de llegar a ese estado orgásmico permanente?
Sí, pero el camino es distinto en cada uno. Osho dice: “los amantes logran conocer lo que los santos nunca verán”. El camino ascético, que es el de la renuncia a los deseos, te lleva directo a la iluminación, pero el tántrico es más difícil porque no excluye nada. Puedes fumar, puedes tomar y claro que puedes tener sexo. Con este último, una pareja vibrando en la misma frecuencia, conectada con la energía del universo, se puede llegar a conocer la iluminación.
¿Qué necesita una persona para tener sexo tántrico?
Necesitan llegar con las mentes abiertas y dispuestos a entregarse. Hay una metáfora muy bonita de un autor italiano que se llama Prem Dayal, que escribió El tantra y la salchicha. Él dice que en el sexo tántrico hay que pensar la cama como un lienzo en blanco y entrar como dos pinceles a través de los que se va a hacer una obra de arte. Pero para que esto ocurra, ninguno debe tener complejos ni tabúes, tienes que entrar a la relación sexual desde el estado más inocente que se pueda.
¿Hay posturas específicas?
Pueden ser las mismas que en el sexo normal, pero con la conciencia tántrica. Si luego empiezas a avanzar, puedes explorar nuevas formas que te lleven a buscar los niveles energéticos de tu ser, que es lo que nos muestra el Kamasutra.
¿Qué se trabaja en los talleres tántricos que dirige sólo a mujeres?
El mayor problema con nosotras es la autoestima, porque llevamos años pensando que no somos lo suficiente. En estos talleres buscamos restablecer la energía femenina de la tierra; reconocer cuáles son las creencias limitantes que no nos están permitiendo crecer como mujeres. Por ejemplo, hay algo que nos pasa a todas y es sentir que podemos tener sexo como los hombres: estar una noche con alguien y no sentir nada. El problema es que quedamos devastadas. Lo he visto una y otra vez, porque hay una dimensión en nuestra sexualidad distinta y por alguna razón creemos que es de segundo nivel.
¿Qué le recomendaría a una mujer para recuperar la confianza en su sexualidad?
Aprender a hacerse el amor a sí mismas. Reconocer las fuentes infinitas de placer y amor para que cuando lleguen a un encuentro sexual no estén esperando recibirlo, sino que vayan a compartir el que ya tienen. Pero esto solo se logra cuando te enloqueces por ti misma.
¿Y cuáles son los problemas por los que los hombres acuden a los talleres de tantra?
Porque están muy enredados con su vida sexual. Me llegan personas que me dicen “no sé qué hacer con estos impulsos que me esclavizan”. Tienen la energía sexual tan desequilibrada que se sienten como un animalito desbocado todo el tiempo, incluso trabajando. Es como un hambre que no se sacia y deben aprender a regularlo.
¿Cómo cambia la visión tántrica el encuentro entre un hombre y una mujer?
No se tiene la idea de la media naranja. En el sexo tántrico se encuentran dos naranjas que juntas forman el símbolo del infinito y esto los conecta con todo lo que existe. Ninguno va a entrar ahí por codependencia, necesidad o apego, sino por pura celebración de la fuerza misma.
EL LECHO DE LA LIBERTAD, LA SEXUALIDAD Y EL AMOR
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