HEMEROTECA
Mucho he hablado y dicho en DDLA sobre la dualidad, pues nos encontramos existiendo en un universo dual, en una realidad dual, con pensamientos y emociones duales, regidos por yoes duales, con egos duales e influencias de luces y sombras duales, donde el péndulo se balancea entre los extremos de los opuestos, recorriendo una eterna recurrencia entre un punto y el otro, en un vaivén de emociones, sensaciones e ideas contrapuestas, siendo ángeles un día y demonios el siguiente, inconscientes y ciegos de que tanto uno como otro, son opuestos del mismo imán.
¿Alguna vez nos hemos detenido a analizar y ver qué es y de dónde proviene esa dualidad?, o ¿Cómo los extremos se juntan en una misma imagen surrealista que roza la promiscuidad? o ¿Por qué este universo es dual? Desconozco si se han hecho estas preguntas y si han encontrado la respuesta, pero la solución a estos interrogantes es verdaderamente muy simple, tan simple que pocos la tomaron en cuenta, pues su sencilla lógica es abrumadora y no deja ninguna duda de por qué el universo es dual.
Por lo general tendemos a creer que todo debe ser un tango complicado y doloroso, cuando en realidad muchas veces sólo es un simple y alegre vals que la creación toca con maestría e impecabilidad. Hoy bailaremos ese vals y veremos el inicio de la dualidad, pero como es un tema tan sencillo que en un párrafo estaría resuelto, buscaré la forma de complicarlo y sazonarlo, para que sea un poco más largo, entretenido y transgresor. Para comenzar y darle un poco de suspenso, este artículo se escribirá en cómodas cuotas, así que estén atentos a su actualización, pues continuará hoy, mañana o vaya uno a saber cuándo...
...La dualidad no es sinónimo de elección, pues puede haber elección sin dualidad, ya que la dualidad se refiere al universo de los opuestos, donde uno confronta al otro en un juego de energías entre el cielo y el infierno. Fuera de la dualidad usted podría tener una ecuación de elección entre dos o mas opciones correspondientes al cielo, o correspondientes al infierno, y el universo de los opuestos no existiría como tal por no tener conceptos enfrentados y contrapuestos, por consiguiente tampoco la dualidad estaría presente, nos encontraríamos ante una ecuación multielección en un universo como el actual, pero sin opuestos, sin dualidad. Igualmente en un universo sin dualidad, no podríamos ejercer el libre albedrío mientras siguiéramos en estado de inconsciencia, pues la ecuación de elección de igual forma seguiría siendo dual (A o B) aún estando fuera de la dualidad, pues no veríamos las demás opciones del abanico de probabilidad.
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