Por Isidoro Gracia
Exdiputado
A través de los muy abundantes medios de comunicación que
desde el pasado siglo XX imprimen, literalmente, la conciencia colectiva y
modelan las conciencias individuales, se han venido acuñando como
verdades absolutas lo que, con un mínimo conocimiento de la realidad, se
evidencia son justo lo contrario de lo que da por demostrado. Tomemos unos
pocos ejemplos.
Verdad sostenida y aceptada: El actual sistema de reparto
con el que se pagan las pensiones públicas no es sostenible, porque baja el
número de activos.
Realidad: el sistema de reparto consiste en que, por
voluntad política, buena parte de la riqueza que se produce entre
todos (PIB anual) se distribuye entre todos, incluidos pensionistas, por lo que
resulta casi indiferente que se produzca por 20 millones de activos, solo 10
millones o 100 robots muy eficientes.
Lo que puede resultar insuficiente es como se financia ese
sistema, hoy solo con cargas sobre la masa salarial. Incluso con ese tipo de
financiación, en los cinco años de crisis el fondo de garantía ha pasado de
57.223 a 63.008 millones de €, todos los años han existido excedentes, salvo en
2012, con el actual gobierno, en que perdió 3.807 m. (Informe a Cortes
Generales)
Verdad que nos venden: es imprescindible contratar un plan
privado de pensiones para mantener poder adquisitivo.
Realidad: en los últimos 5 años la rentabilidad media de los
511 planes de pensiones privados más antiguos, ha sido negativa. Si el periodo
se extiende a los 10 años y a 1200 planes, 2/3 de ellos han tenido rendimientos
inferiores a la inflación, o negativos, (Publicación CSIC recogida en
IMSERSO), como quiera que la principal rentabilidad viene de los
beneficios fiscales, podemos llegar a la conclusión que lo que se ha hecho, por
la mayor parte de los gestores, ha sido detraer parte de lo otorgado desde
impuestos hacia sus entidades financieras.
Verdad publicada y aceptada: España es más pobre, que antes.
Realidad: Según los datos oficiales el PIB en el periodo del
anterior gobierno pasó de los 841.241 m. de € a 1.063.355. En 2012 se ha pasado
a 1.049.525, cifra ligeramente superior a las de 2009 y 2010. Quienes sí que
son más pobres son los españoles de a píe, ya que el reparto de esos años se
hacía de forma diferente. En esos años los salarios y prestaciones sociales
recibían una gran parte de lo que hoy reciben bancos y especuladores.
Repetido hasta la nausea y que está siendo dado por cierto:
En España sobran funcionarios, porque hay duplicidades, demasiados asesores y
en otros países pesa mucho menos una administración más eficaz.
Realidad: Según todas las fuentes, incluidos: la encuesta de
población activa, OIT, Eurostat, etc., en 2010, España tenía menos funcionarios
(trabajadores públicos s/OIT) por habitante, que casi todo el resto de los
países europeos incluyendo Portugal, igual que Alemania, tenía uno cada 19
habitantes. Además hasta el tercer trimestre de 2011 se habían
reducido en más de 180.000 y la reducción ha continuado acelerándose hasta la
fecha. Por cierto, el 70 % del total son: maestros, profesores,
médicos, sanitarios, fuerzas de seguridad, o trabajan en la Seguridad Social,
Hacienda o Justicia.
Conclusión: No son verdades, ni absolutas, ni relativas, son
propaganda ideológica.
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