El día de la Constitución Española, los políticos de La Casta,
rinden homenaje a una Carta Magna fosilizada. Las políticas represivas y de recortes han convertido los
derechos constitucionales en crímenes legales. Ante
la pasividad cómplice del
Tribunal Constitucional, también corrompido como miembro fehaciente de la
conducta inmoral imperante. Donde lo legal no tiene por qué ser lo justo.
Es preciso reivindicar que durante estos
36 años de recorrido democrático, los derechos reconocidos por la Constitución Española han sido
desarrollados a través de las legislaturas de UCD (Unión del Centro
Democrático) y PSOE (Partido Socialista Obrero Español), con la
colaboración de otras formaciones minoritarias, nacionalistas o no nacionalistas.
La Alianza Popular asociación netamente franquista con sus legítimas raíces en la
dictadura y el Partido Popular que agrupó con otras siglas a los mismos franquistas,
lejos de apoyar los preceptos de nuestra Carta Magna, la han fosilizado. Es
triste pero objetivamente cierto, aunque me gustaría que alguien me
sacara de mi error en el caso de estar equivocado.
La Unión Europea cual ave carroñera, a través del
más inmoral y cruel capitalismo, ha eliminado de su hoja de ruta la Europa de los Ciudadanos
y ha consagrado la Europa de los Mercaderes. En España la derecha
franquista ha aprovechado las perversas directrices de la UE para implantar su
política sin piedad. A pesar de que las criminales
directrices del Partido Popular han sido
tomadas bajo la escusa hipócrita de imposición
de
Europa, la responsabilidad recae en quien las aplica.
¿Quiénes forman el gobierno de coalición que aplica los sangrientos recortes, causante de estos
crímenes? Pues la respuesta es simple: Los banqueros,
los grandes empresarios, los caciques, los medios de comunicación, los franquistas del PP y los obispos. Sin olvidar
la gran traición que Zapatero
cometió cuando recibió presiones de Europa, inadmisible atentando a la soberanía nacional. Ante esta agresión,
en
lugar de informar al pueblo y presentar su dimisión, creyó ¡craso error! que
salvaría a España reformando la Constitución a favor de los mercados y en detrimento de sus conciudadanos. Esto
es lo que ahora se le viene llamando La Casta, que cuanto más se niega la pertenencia a ella, más se delatan ellos mismos. En estos días Pedro Sánchez está tratando de rectificar
el error cometido. Una reforma constitucional hecha con nocturnidad y alevosía. Auténtico atentado al pueblo español. Esto le honra al líder de la oposición pero el mal ya
está hecho. Y la amenaza de que vuelvan los pactos con el
Partido Popular sigue en vigor.
JORNADAS DE PUERTAS ABIERTAS PARA QUE
EL PUEBLO ENTRE DONDE TIENEN SECUESTRADA LA SOBERANÍA POPULAR
Reportaje fotográfico: Pedro Taracena Gil
La Casta no desea mover un ápice de la Constitución de 1978. No se conforman con incumplir sus preceptos, sino que se oponen a establecer un periodo de reforma constitucional. Los padres de la Carta Magna de 1978 y los protagonistas del consenso de la nefasta transición, no quieren que nadie les arrebate el estatu quo obtenido como botín de guerra gestado en la dictadura. Niegan que esta constitución se escribió tutelada por el franquismo, los militares y la Iglesia. Y que se construyó sobre el testamento del ilegitimo régimen de Franco, dejando impune el genocidio que cometió.
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