jueves, 18 de junio de 2015

¡HE AQUÍ TODAS LAS ESPAÑAS!


Por Pedro Taracena





LA SANTA CRUZ DEL VALLE DE LOS CAÍDOS

Todas estas Españas se encierran en dos: La España de las izquierdas en torno al PSOE, PODEMOS, IZQUIERDA UNIDA, ESQUERRA REPUBLICANA DE CATAÑUÑA y LAS MAREAS EMERGENTES, y enfrente la España franquista del PARTIDO POPULAR y confesional partidaria de perpetuar la alianza trono-altar y el maridaje Iglesia-Estado. Con vocación de no condenar nunca el genocidio franquista. Los MEDIOS, salvo honrosas excepciones de ciertos francotiradores demócratas y progresistas, están el servicio de los tiranos, los especuladores, los bancos, los empresarios que les pagan, y son auténticos vasallos y secuaces del poder. La Guerra Civil terminó con la victoria de los franquistas que se perpetúan a pesar de la vigencia de la Constitución. Cínicamente se declaran defensores de la Carta Magna, aunque se han ocupado de fosilizarla, para que sea inocua ante la corrupción, la Ley Mordaza y los crímenes legales cometidos contra la población.



LA PIEDAD

Las dos Españas de la República. Las dos Españas de la Guerra Civil. Las dos Españas de la Dictadura. Las dos Españas de la Transición y las dos Españas de la Democracia. Ningunos de los periodos han servido para que los enfrentamientos fratricidas lleguen al fondo de la reconciliación. No ha servido para reconciliarlas ninguno de los periodos de paz ni de guerra. Algo debemos de estar haciendo rematadamente mal porque en nuestro entorno no existe esta dualidad. El sueño de UNA GRANDE Y LIBRE, encierra su simbología en el Rey de España, la bandera española, el himno nacional de España y la Constitución Española. Toda esta simbología está lejos de representar a un porcentaje cualitativo de los españoles. La Roja sí es el símbolo nacional pero desgraciadamente sólo cuando están en juego los trofeos deportivos.
Es curioso pero cuando España estaba en desarrollo y abundaba el dinero, aquello de la unidad nacional solamente ha estado en jaque con los separatismos que vienen de la época anterior a la proclamación de la República en 1931. Pero volvamos a las dos Españas que han llegado hasta nuestros días. No es necesario ser un politólogo para identificarlas a través de nuestras propias familias, sobre todo si uno se encuentra en la tercera o cuarta generación, periodo que abarca tres cuartas partes de un siglo. Aquello que me contó mi abuelo o mi padre, mi propia vivencia y la tradición que he narrado a mis hijos añadida a la experiencia vivida por ellos mismos.
Las dos Españas no se han reconciliado porque hay un conflicto sin resolver. Prácticamente el mismo conflicto que originó el golpe de estado contra la República en 1931: Un ejército al servicio de los caciques y el capital, un rey de la dinastía de los Borbones de corte absolutista al servicio de los poderosos, un fascismo incipiente en Europa que aquí se le llamó Falange Española, y los obispos formando el maridaje Iglesia-Estado y la alianza trono-altar. Sin olvidar el problema latente de los separatismos vasco y catalán.





SAN JUAN

Toda esta estructura alimentó la dictadura. Un estado confesional donde imperaba el nacional-catolicismo, el militarismo y el fascismo con sello español,
En 1978 se dota a España con una Constitución mediante la cual recupera el Estado de Derecho perdido en 1931, Pero en paralelo con la Carta Magna, los vencedores de la guerra y servidores de la dictadura tutelaron su contenido donde el Ejército, la Iglesia y el capital siguieron como estaban en la dictadura. Los venidos del exilio, de las cárceles y de la clandestinidad, pactaron que el genocidio franquista quedara impune. Y que el franquismo quedara amnistiado para siempre. Ante el estupor del mundo entero. Alemania condenó el nazismo, Italia el fascismo, Grecia sepultó el régimen de Los Coroneles y en referéndum eligieron la República y Portugal con la Revolución de los claveles, crearon un nuevo Estado rompiendo con la dictadura anterior.
Volviendo a España los dos bandos, las dos Españas están más identificadas que nunca y sobre todo después de las últimas elecciones del 24 de mayo.
Por un lado los franquistas: hijos de Franco, Fraga y Aznar, de la mano de la Iglesia, muy importante, del ejército con jurisdicción militar propia, la patronal, los bancos y los caciques, forman una España que desea seguir administrando el Estado como si de un botín de guerra se tratara. Esta España está dotada de unos medios de comunicación muy eficaces para la propaganda del Régimen del 78. Las formaciones políticas que ahora manipulan la situación son: El Partido Popular, Los nacionalistas vascos y catalanes y se incorpora a este corpus el nuevo partido político Ciudadanos. Es decir, la Derecha.





SAN LUCAS

La otra España la integra el pueblo en el más amplio sentido de la palabra: El Partido Socialista Obrero Español, ha estado implicado en políticas contrarias al pueblo aunque ahora se ha despegado del PP. Izquierda Unida, Podemos Compromis y las llamadas Mareas. Evidentemente Sindicatos y organizaciones vecinales, sociales, etc. Es decir, la Izquierda.
En estos últimos siete años la corrupción política ha llegado a pervertir hasta el idioma. Ahora todos huyen de los extremos y ansían llegar al centro. Pensamiento que lo llaman la centralidad. Una postura política que se radicaliza porque su objetivo es llegar a la raíz de los problemas, se le llama extremista y hasta los acusados con estos insultos no se defiende reclamando lo positivo del término radical. El PSOE se supone de izquierdas y con vocación republicana, pues en el Congreso de los Diputados el ser de izquierdas es un insulto y además el afectado no se defiende. Todos quieren cobijarse bajo el paraguas de la centralidad.
Las dos Españas están enfrentadas en todos los foros, ágoras, tertulias, en prensa, radio televisión, en fin, en todas las áreas de la sociedad:
La España de los trabajadores y la España de las empresas, bancos y especuladores. Explotados y explotadores.
La España de los ricos y la España de los pobres. Desigualdad.
La España de los que ganaron la guerra y la España de los que la perdieron. Los verdugos y las víctimas.
La España laica y la España del nacional-catolicismo.
La España de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la España de los crímenes legales.
La España de la legalidad y la España de la inmoralidad.
La España ideológicamente franquista a pesar de estar perjudicada por el Partido Popular y la España democrática y constitucional.
La España republicana y federal y la España monárquica con añoranza de la dictadura.





SAN MARCOS

Todas estas Españas se encierran en dos: La España de las izquierdas en torno al PSOE, PODEMOS, IZQUIERDA UNIDA, ESQUERRA REPUBLICANA DE CATAÑUÑA y LAS MAREAS EMERGENTES, y enfrente la España franquista del PARTIDO POPULAR y confesional partidaria de perpetuar la alianza trono-altar y el maridaje Iglesia-Estado. Con vocación de no condenar nunca el genocidio franquista. Los MEDIOS, salvo honrosas excepciones de ciertos francotiradores demócratas y progresistas, están el servicio de los tiranos, los especuladores, los bancos, los empresarios que les pagan, y son auténticos vasallos y secuaces del poder. La Guerra Civil terminó con la victoria de los franquistas que se perpetúan a pesar de la vigencia de la Constitución. Cínicamente se declaran defensores de la Carta Magna, aunque se han ocupado de fosilizarla, para que sea inocua ante la corrupción, la Ley Mordaza y los crímenes legales cometidos contra la población.





SAN MATEO


Grupo escultórico: JUAN DE ÁVALOS

Reportaje fotográfico: PEDRO TARACENA

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