Esta página dentro del Blog CUARTO PODER, se abrió el 20 de junio de 2016. Tenía como objetivo desenmascar a esta impostora del periodismo. Inquisidora en las entrevistas. Acosadora de entrevistados con el "sí o no" y abusadora de la maldita hemeroteca. Toma parte del tándem Ferreras-Pastor. Ambos juegan al presunto periodismo independiente, libre y democrático. Intentan aunque no logran lavar la cara a La Sexta. La actualización de hoy confirma el eslogan de: "Mañana más periodismo..."
Ana Pastor en La Sexta: “Los terroristas fueron asesinados por la policía”
Ana Pastor la lía al afirmar que los terroristas de Londres "fueron asesinados" por la policía.
El ridículo de La Sexta parece no tener fin. Este domingo, en el programa ‘El Objetivo’ que se emitió anoche, Ana Pastor,
su presentadora, demostró no saber usar correctamente la acción
asesinar, o bien, siguió en la línea de La Sexta de defender a todo
islamista existente en el planeta.
Antes de nada, veamos el significado de asesinar por parte de la RAE: “Matar a alguien con alevosía, ensañamiento o por una recompensa”.
Acceso al reportaje completo:
http://casoaislado.com/ana-pastor-la-sexta-los-terroristas-fueron-asesinados-la-policia/
Antes de nada, veamos el significado de asesinar por parte de la RAE: “Matar a alguien con alevosía, ensañamiento o por una recompensa”.
Acceso al reportaje completo:
http://casoaislado.com/ana-pastor-la-sexta-los-terroristas-fueron-asesinados-la-policia/
ENTREVISTA A PABLO IGLESIAS
Pablo Iglesias
EL OBJETIVO DE ANA PASTOR
Por Pedro Taracena Gil
Con el actual espectro del periodismo
español, es muy fácil saber a priori cuál va a ser el resultado de cualquier entrevista.
En el caso de Ana Pastor, que entrevistará el próximo domingo a Pablo Iglesias,
líder de PODEMOS, no dejará en mal lugar a quienes pensamos que una de su
especialidad es cargarse al personaje
por muy grande que sea su perfil público.
En EL OBJETIVO ejerce de
directora, moderadora y entrevistadora. Pero en todas esas vertientes su afán es abrir con
cada interlocutor un frente de preguntas inquisitoriales. No para sacar la
mayor información al personaje en cuestión, sino para polemizar sobre todo.
Nunca se conforma con la respuesta obtenida por su pregunta. Pregunta una, dos
y hasta tres veces la misma pregunta. Y al final y de forma desafiante, deja
constancia de que la pregunta no ha sido respondida, o hace prevalecer su
postura dejando constancia bajo formas nada elegantes. Otro vicio de esta
polifacética empleada de La Sexta,
que no me atrevo a denominarla periodista, es el sometimiento al entrevistado a
respuestas con monosílabos. ¡Responda sí o no! Ninguna persona entrevistada
puede estar sometida a preguntas cerradas con el imperativo de responder con monosílabos.
Es un abuso de confianza y una falta de educación. El entrevistado es libre de
contestar o no contestar de la menara que desee. El profesional del periodismo
es quien debe de tener la habilidad para mantener una comunicación fluida y que
el espectador saque sus consecuencias. Y no podemos olvidar que Ana Pastor usa
y abusa de la maldita hemeroteca. Las
personas sobre todo si ejercen su profesión de forma pública, están sometidas
como todo el mundo a cambiar o modular sus ideas usos y costumbres, para
adaptarse a la dinámica de los tiempos. Presentar el pasado de un personaje con
una foto fija, y además someterle con malas artes a una comparación inadecuada,
con el ánimo de dejarle en entredicho o en evidencia, es una falta de ética y
de profesionalidad. Una entrevista no es un ring de boxeo o de lucha libre.
Pablo Iglesias
La señora Pastor someterá a
Pablo Iglesia a todas estas malas prácticas, ya ensayadas por sus colegas de profesión
para servir al objetivo general de: todos
contra PODEMOS. Utilizará la palabra populismo, a pesar de no estar recogida
por la RAE, le sacará a relucir su pasado, no de la Universidad Española, sino de
otros países allende los mares. No renunciará a denunciarle que PODEMOS
está al borde de la ruptura. Sus luchas internas y la pugna por el liderazgo
entre el señor Iglesias y sus compañeros de partido. No ahorrará epítetos degradando su ideología a través de estos dos
últimos años. En la maldita hemeroteca será inmisericorde con el líder de
PODEMOS. No se olvidará de las luchas en la Comunidad de Madrid por hacerse con
el liderazgo. No olvidará de hacer un examen de conciencia de hechos de otras
personas, que nada tienen que ver con el líder entrevistado. Puede que hable de
Juan Carlos Modero, de su padre y de otras personas del entorno de Pablo
Iglesias, con la intención de homologar a PODEMOS con los partidos
tradicionales.
Por otro lado Ana Pastor, como
todos sus colegas tienen una ignorancia supina sobre la política que defienden
estos líderes de PODEMOS. Esta entrevista debería ayudar a hacer comprender los
porqués de las últimas decisiones del líder de PODEMOS. Por ejemplo, su
negativa a asistir al desfile militar y a la recepción en Palacio el día 12 de octubre.
Es posible que nos quedemos sin saberlo. Y quizás no le mencione el acierto
democrático de que en el Parlamento el voto de los diputados de PODEMOS y su
entorno, sea libre. No secuestrado por ningún partido. Me atrevo a pedir a la
señora Pastor que se documente si es constitucional la disciplina de voto, para
poder hablar de este tema con el señor Iglesias. Articulo 79, apartado 3. El voto de senadores y diputados es personal
e indelegable.
ANA PASTOR, UNA MÁS
Por Pedro Taracena Gil
Periodista
Ana Pastor
Los
vicios contraídos por los medios de comunicación españoles, producto de idolatrar a la Santa Transición
son: el corporativismo, la ausencia de crítica y la autocrítica. Estos vicios
han traído consigo la ausencia total de pluralidad política, y por supuesto la
independencia de los poderes públicos, políticos y económicos, es una falacia.
En estos días se está viendo la estrategia puesta en marcha bajo el eslogan de
TODOS CONTRA UNIDOS PODEMOS.
Pero
el objetivo de mi columna no es analizar el contenido de las entrevistas de Ana
Pastor, soy obediente con su mandato final: “Suyas son las conclusiones”. Me limitaré a hacer un análisis crítico del
género que utiliza de forma muy personal. La entrevista periodística.
Una
entrevista realizada entre un profesional de la información y un
personaje, no importa en qué materia sea
una autoridad, se trata de un dialogo en forma de tertulia distendida, donde el
periodista pregunta y el entrevistado responde. De la sagacidad, habilidad, estilo,
respeto, sabiduría, elegancia y profesionalidad del entrevistador, dependerá la
eficacia y el rendimiento de este encuentro verbal. Las hemerotecas están
llenas de auténticos ensayos literarios, sociológicos o científicos, contenidos
en entrevistas grabadas en cualquier soporte. Las dudas que el invitado
albergue, el profesional debe acudir presto a reformular las cuestiones planteadas
por su interlocutor. No hace falta ser
muy avezado en ciencias de la información y comunicación, para conocer los aspectos que son ajenos a una
entrevista periodística. Y sobre todo lo que no es una entrevista periodística.
El
periodista jamás debe polemizar, tampoco discrepar con el entrevistado, en
ningún momento debatir sobre cualquier motivo o matiz. Una entrevista no es un
mitin, tampoco un examen, de ninguna manera un juicio, que pueda descalificar
al invitado, incomodando su estado de ánimo. Y mucho menos convertir la
entrevista en una tertulia bronca. La insistencia varias veces en una pregunta
cuando la respuesta no convence al periodista es una perversión. El periodista
que hace una entrevista cumple un mandato de la gente, para que los
conocimientos del entrevistado lleguen con la menor contaminación al público.
Tampoco el entrevistador debe de ser un inquisidor que vele por la verdad o
tenga que perseguir la mentira. Su independencia de la materia tratada debe ser
total y sus valoraciones personales no tienen cabida en una entrevista. Tampoco
se puede abusar de la maldita hemeroteca,
porque los eventos, las acciones, los pensamientos, las ideas, las costumbres y
los comportamientos, obedecen a una foto congelada en el tiempo. Cuando se
quiere componer la cronología del entrevistado con intenciones
descalificatorias; montando fotos fijas sobre el soporte del tiempo sacadas de la
maldita hemeroteca, la resultante es
que el entrevistador se encuentra que su perfidia se ha volatilizado. El ser
humano evoluciona en el tiempo y su existencia no es un dogma inamovible. En
una entrevista el único que gana es el público receptor del conocimiento. Si el
entrevistador no está a la altura del entrevistado, el perjudicado será el
contenido, deformado o mutilado por la actitud terca, parca o torpe del
impostor del periodismo. En España tenemos ejemplos de grandes entrevistadores.
Hermida, Gabilondo, Pepa Bueno, Jordi Évole, Fernando González Gonzo… El
verdadero entrevistador es el que pasa desapercibido, en aras de hacer brillar
la personalidad del entrevistado.
La
opinión personal que tengo de Ana Pastor como entrevistadora, no ha sido improvisada
de ayer para hoy, no, viene de los tiempos de los Desayunos de Televisión
Española. Creo que en su primitiva época siempre se arrogó la portavocía de la
calle y eso no es verdad. El Objetivo es un modelo importado que quizás ella no
haya sabido adaptar bien a España, porque Ana Pastor se convierte en una
tertuliana más, cuando debería moderar un grupo apoyándose en información permaneciendo al margen del
debate. Y cuando hace una entrevista la convierte en un debate parlamentario o
una comisión de investigación, provocando con facilidad la polémica y la
irritación del entrevistado; constatando el espectador que ha convertido el plató
en un ring donde ella desea dejar ko a su contrincante.
No
obstante, la crítica de un periodista a otro periodista sin salir del oficio de
la información, al margen de la ideología, en España está inédita
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