Por Pedro Taracena Gil
Régimen del 36:
Alzamiento Nacional
Movimiento Nacional
Nacional-catolicismo
Dictadura real
Régimen del 78:
Transición
Constitución del 78
Movimiento 15 M
Democracia formal
Fotos: Pedro Taracena Gil
En el año 2015 se está consolidando una
alternativa al régimen del 78, que no condenó el régimen del 36. Los ciudadanos
estamos en la calle gritando: Democracia real ¡Ya! ¡Que no, que no nos
representan! ¡Sí, se puede! ¡Sí, se puede! La Casta está corrompida y
putrefacta en sus cimientos: Los tres Poderes del Estado ya no mencionan que la
Transición fue modélica y exportable. Los medios de comunicación tratan de apuntalar la corrupción de caciques, empresarios, políticos y sindicalistas. La mentira es el vehículo preferido del Gobierno para transportar sus
embustes, cada día más insostenibles. No hay un solo país de nuestro entorno democrático y civilizado, que mantengan al partido en el
poder y muchos de sus miembros bajo la sospecha judicial de corrupción. Es imposible encontrar un homólogo de Rajoy, de Aguirre, de Griñán, de Chaves, de Cospedal o de Mato, que
sigan sentados en los asientos de los servidores públicos, pesando sobre ellos la presunción de culpabilidad, sí de culpabilidad, porque la presunción de inocencia es insostenible. Con el auto del juez Ruz, si en España hubiera un Fiscal General del Estado en lugar de
ser del Gobierno, todos estarían como poco
procesados o en la cárcel. Sus políticas están resultando criminales para los trabajadores, estudiantes,
funcionarios, científicos, jubilados,
niños, adolescentes, mayores dependientes y enfermos abandonados
de la hepatitis C. Paro, desahucios, hambre, miseria, desigualdad, muerte… Son
crímenes legales.
Ya no hay duda de que el Gobierno del
Partido Popular, que se convirtió a la democracia durante la Transición, pero que jamás ha condenado la
dictadura franquista, ha fosilizado la Constitución de 1978 y está gobernando sin
tapujos bajo los principios del franquismo: Despotismo, absolutismo,
nacional-catolicismo y mano dura. Más aún, la reforma
laboral jamás la hubiera
implantado Franco y Suarez. Pero las leyes de Educación tienen el sello del estado confesional franquista.
Y la ley mordaza, está al servicio del extinto Tribunal del Orden Público. Rajoy y sus secuaces han tomado las indicaciones y recomendaciones de los mercados, como su gran cuartada para
implantar la política criminal
dictada por la patronal, los caciques y los bancos, como la única política posible.
La nefasta política que hoy padecemos los españoles injustamente, tiene su origen en la postura
cobarde y nada transparente del anterior presidente. Cuando Zapatero recibió la carta del Banco Central Europeo, amenazante y
obligándole a que se doblegara a sus criminales propuestas,
en lugar de esconderla y negar a los españoles su contenido, debía de haber
lanzado un mensaje en directo a través de la televisión, comunicando su negativa a que España perdiera soberanía. Una vez presentada su negativa en el Congreso de los Diputados, de
no haber sido refrendada dimitiría y convocaría elecciones generales; abriéndose un debate nacional
hubiera demostrado tener una talla de hombre
de estado. Tarde o temprano España tendrá que plantar cara
a este disparate para que Europa vuelva a ser una comunidad de ciudadanos no
una unión de pueblos esclavizados a la orden de los
mercaderes. No obstante, lejos de dar la cara a los ciudadanos, consumó su falta de patriotismo reformando la Constitución y buscando un cómplice fácil de convencer
para urdir el trabajo sucio de espaldas al pueblo. Ningún estado de la Unión Europea elevó a imposición lo que era una mera recomendación. Ya con el nuevo Gobierno, UPyD exigió al Gobierno que localice la carta que el BCE envió a Zapatero en
2011 y, si no, depure responsabilidades.
Por otro lado, José Luis Rodríguez
Zapatero ha decidido publicar la famosa carta que en agosto del 2011, el
entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude
Trichet, envió al presidente del Gobierno. Más que de propuesta, el tono de la
misiva es casi de orden. Trichet, bajo el encabezado “estrictamente
confidencial” reclama una serie de severas medidas laborales y fiscales.
El ahora exjefe del Ejecutivo aceptó algunas y se negó a otras. Una
vergüenza.
Zapatero no era la primera vez que utilizaba
el bipartidismo para recortar derechos y soberanía a sus conciudadanos. Por exigencia de China, Israel y EEUU, truncó el principio
de Justicia Universal, en contra de la declaración Universal de los Derechos Humanos y la Corte Penal Internacional,
dejando sin contenido la persecución de los genocidios y los delitos de lesa humanidad fuera de nuestras
fronteras. Lejos de pedir perdón al pueblo español se atrevió a publicar un
libro donde narra su cobardía y total
ausencia de patriotismo. Zapatero se ha convertido en uno de los principales causantes
del hundimiento de la Soberanía Nacional y el Estado
del Bienestar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario