Por Pedro Taracena Gil
El gobierno que en la
actualidad soporta España es indiscutiblemente legal, democrático, pero también
es fácil de constatar que es un fraude ante su propio electorado y además, a todas luces plagado de injusticias.
Es un gobierno despótico y dictatorial, encubriendo su chulesca altanería bajo
la falacia de la herencia recibida, las recomendaciones de la UE y la mayoría
absoluta otorgada por los españoles. Un
gobierno de tradición genuinamente franquista. Heredero legítimo del “18 de
JULIO”, de la Santa Cruzada, del Movimiento de Liberación Nacional, además,
victorioso de la Guerra Civil y administradores de España como botín de guerra,
durante la dictadura.
¿Qué hubiera pasado si en
España si no hubieran conspirado contra la República? Con los datos históricos
en la mano, no es difícil de responder. Situados en el año del final de la
Segunda Guerra Mundial, el fascismo italiano, el nazismo alemán, habían sido
borrados del mapa. Surgían los dos bloques por todos conocidos: El bloque soviético
y las naciones con monarquías y repúblicas democráticas. España, hubiera o no
participado en la guerra, tomaría parte de las democracias occidentales. La
República ya fue un foco de vanguardia en el mundo, solo negado por aquellos que la hicieron desaparecer. Hoy
estaría al lado de los grandes y quizás entre los primeros tres puestos de la
Unión Europea. La España conseguida por
la democracia española después de la muerte de Franco, sería un resultado
nimio, si le añadimos una tradición de cuarenta años más de
republicanismo. ¿Quién rechaza tal
obviedad? Quienes extirparon tal esperanza. Es decir, sus herederos legítimos:
Franco, Fraga, Aznar t Rajoy.
Debemos de actuar.
Democracia Real ¡Ya! De otro modo a Rajoy se le acaban sus perversas cuartadas
(Herencia envenenada, dar confianza a los mercados y recomendaciones de las
instituciones europeas), y seremos intervenidos de la peor forma posible.
España no es de su propiedad.