Maruja Torres y Juan Luis Cebrián
"Nunca asumió no ser el hijo carnal de
Polanco"
Maruja Torres desnuda a Cebrián: "Es un quiero y
no puedo, un cateto, rencoroso y pijo, pero un pijo sin conciencia"
"Quería ser un tiburón de Wall Street pero era
una sardinita que todo lo hizo mal"
Periodista Digital, 13 de octubre de 2012 a las 09:09
- Juan Luis Cebrián tensa al límite la crisis del Grupo PRISA: "El País empieza y acaba conmigo"
- Comité de empresa de El País: “Cebrián denigra el periódico que debería defender y se burla de los españoles”
- Cebrián presenta al comité de empresa su despiadado plan de recortes: 149 salidas y 15 por ciento de reducción del salario fijo para toda la plantilla
- La redacción de 'El País' pide la cabeza de su director
Se pulió las ganancias del trabajo
de todos nosotros en la aventura del mejor diario de la democracia española
¿Le parece
razonable que Juan Luis Cebrián cobre tantos millones mientras El País, la SER
y Cinco Días despiden periodistas?
1.
Si,
porque fue su talento lo que permitió al Grupo PRISA convertirse en líder
2.
No,
porque es una indecencia llevárselo crudo mientras otros van al paro
3.
El
Grupo PRISA es una empresa privada y paga a sus directivos lo que quiere
"Soy
Maruja Torres, tengo 69 años y 48 de profesión, y mucha mala leche", se
presentó la columnista de El País ante cientos de alumnos de Periodismo
congregados en el auditorio de la Facultad de Comunicación de la UAB el 9 de
octubre 2012, el mismo día que se presentaba el ERE en El País. "Hoy es un día triste para
las libertades en este país."
La ponente,
cuyas palabras fueron recogidas por David Vidal en la revista digital SomAtents
--Maruja Torres: "Las redacciones son hoy un entorno de
peloterismo salvaje"--, dedicó tiempo a desnudar la figura de
Cebrián.
"La
historia de El País es la de Saturno devorando a sus hijos. Cebrián nunca
asumió no ser el hijo carnal de Polanco. Es rencoroso y pijo, pero un pijo sin
conciencia.
Decía que
estaba salvando el periodismo, que había un cambio de paradigma. Mentira.
Perdió 5.000
millones de euros jugando al capitalismo de casino, comprando radios en Miami y
teles latinoamericanas que no valían nada.
Quería ser
un tiburón de Wall Street pero era una sardinita que todo lo hizo mal.
Se pulió las
ganancias del trabajo de todos nosotros en la aventura del mejor diario de la
democracia española.
Cebrián era
un quiero y no puedo, un cateto".
Su visión
sobre las redacciones también fue dura:
"Hay
periodistas que sólo quieren ser jefes. Son los más mediocres y dóciles. Y ser
jefe es lo más fácil del mundo. Cierto que hay mucha gente dando codazos y
haciendo putadas para trepar, pero al final lo consiguen porque pese a que hay
muchos se trata sólo de ir haciendo putadas e ir subiendo. En un mundo justo no
sería así, pero la justicia hace tiempo que no está por las redacciones.
Yo formo
parte de la generación que trajo la democracia, y éramos muy conscientes de que
era eso lo que nos tocaba hacer. Ahora está muy claro que os toca a los que
sois jóvenes acabar con esto. Sois claramente una generación destinada a hacer
cambios.
Para ello
debéis formaros y formaros bien, para cuando sea necesario barrer toda la
mierda que nos están dejando. Y habrá que formarse mucho para barrer mucho.
Leyendo a Zweig te das cuenta que incluso esos grandes imperios y esas clases
burguesas del siglo XIX se descompusieron y tuvieron que ser sustituidas por
algo nuevo. Ahora todo se está descomponiendo mucho. Vosotros tendréis que
hacer ese proceso."
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