EL VIGÍA DE IUNCARIA



Atalaya de pueblos y campos,
dama de oteros y colinas,
espejismo de roca,
erosión horadada por el tiempo.
Testigo fosilizado del Campillo y de Maluque,
de chopos y maizales,
eterno mirador hacia el ocaso,
sombra del amanecer,
corona de cerros, festoneados por el río.
Infanta de la Primavera, preñada de cantueso y tomillo.
Anciana bajo manto invernal de carrascas y aliagas,
guardesa del barranco, solana entre sotos y terreros.
Notario de aconteceres y devenires:
De la Granja y sus eventos.
De lavanderas, pastores y labriegos.
De Mohernando aprisco de novicios,
acólitos de Don Bosco.
De Alarilla, colmillo y muela,
pueblo de ilusiones aladas,
de vuelos de destino incierto.
Silenciosa y atenta observadora de Iuncaria,
la villa de la magistral torre, tu rival.
A la diestra de tu sitial,
yace la vetusta Hita, memoria de arcipreste,
devaneos de Doña Cuaresma y Don Carnal,
cómplices de aquel Jueves Lardero iuncariense.
Sólo al lejano Ocejón, rindes honores.
anciano de plateadas cimas,
que el Sol dibuja sobre la meridional cordillera.
Tu cintura, plena de mancebos anelos,
peregrinación de la aurora,
balcón de La Campiña enamorada.
Desde tu cima, cegada por la luz,
contemplas, eterna mira,
el tropezar del agua a tus pies,
salpicados de salmodia vespertina,
anuncio del atardecer,
cenefa sin fin del horizonte.
Ebria de melodías salvajes,
trinos de jaulines y abubillas,
cigarras, brillantes sonidos de luz,
nocturno salpicado de grillos,
desafíos del crepúsculo ardiente del estío,
faro de la noche,
cobijo de la vida,
arrullo del amor.

Por Pedro Taracena 

LOS GIRASOLES NO VUELVEN LA CABEZA

Es una colección de Pedro Taracena

























Confundido entre tanto girasol mi colega Jose, buen fotógrafo y mejor amigo, se engolfó con estas flores más que las abejas con su polen.
















































Fotos tomadas hoy en un lugar de Castilla La Mancha, a los pies de Hita y la Muela de Alarilla. Los girasoles cuando pasan de la mañana a la tarde, no vuelven la cabeza...

1 comentario:

  1. Supone un reto el justificar el motivo por el cual a estas flores de cabeza inclinada y cuello torcido, se les denomina "girasoles". Ni giran en pos del Sol y tampoco son soles...

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