miércoles, 11 de enero de 2012

DESENMASCARANDO AL PAÍS


Opinión a fondo: "Actor cultural emancipador"
11 enero 2012

Ariel Jerez
Profesor de Ciencia Política de la UCM

El concurso de acreedores de Público amerita una reflexión en la débil izquierda española. El riesgo de que desaparezca dejaría informativa y culturalmente huérfano un campo progresista que en los últimos años empezó a tener perspectiva para cuestionar algunos de los “bien atados” que dejaron Franco y la élite política de la Transición. El sugerente libro Sistemas Mediáticos Comparados, de Hallin y Mancini, caracteriza el modelo de pluralismo polarizado de los países mediterráneos, donde el alto grado de compenetración entre partidos políticos y grupos mediáticos instrumenta los discursos con especial estridencia ideológica en las disputas políticas, lo que dificulta el distanciamiento y la neutralidad deontológica que deberían orientar a los periodistas al valorar el interés común y la justicia en la esfera pública de una democracia. En el caso español, la información académica utilizada por estos autores les hace valorar escasamente el peso que el largo franquismo tuvo en la conformación de la esfera pública moderna, modelando cuestiones tan centrales para la reproducción cultural como las escuelas de periodismo y la fase electrónica de la comunicación (radio, cine, tv). Su interpretación asume la perspectiva acrítica de la “transición” comunicacional haciendo evidente que conocen superficialmente la historia de El País (PRISA). A este diario adjudican el lugar del periódico progresista que confronta con la derecha, equiparándolo en su esquema comparativo con cabeceras italianas como L’Unitá o La Repubblica, o las francesas Libération o L’Humanité, cuando en un mercado mucho menos plural su línea editorial en ningún momento ha defendido el control público de la economía, el gasto social y los derechos de las personas trabajadoras. Y sí, en cambio, ha demandado y saludado de manera sistemática privatizaciones, flexibilización laboral, desregulaciones y recortes, cuestiones de las que no fuimos muy conscientes hasta que en 2007 apareció Público. El intenso accionar de esta nueva cabecera en su escaso quinquenio de existencia no está siendo del todo evaluado. No existe una clara conciencia del sutil papel que juega sobre el difuso campo progresista ni sobre públicos activos socioculturalmente que, aunque minoritarios, son clave en la promoción de causas y movimientos democráticos emancipadores. Desde que Público está todos los días en los kioscos, los planteamientos empujados por estos tejidos sociales han ganado profundidad argumentativa para el debate cotidiano (el de la barra del bar) y su reverberación informativa en televisión ha vigorizado un alicaído discurso progresista impotente ante la brunete mediática de nuestros neocons nacionales. En sus páginas se están tratando temas hasta ahora tabú, como la República (con desafío informativo a la monarquía desconocido en Madrid en las tres décadas de democracia) y la memoria de las víctimas del franquismo (desplegada sobre los derechos humanos y la justicia aún no asumidos por una sociedad todavía traumatizada). Por primera vez un medio de tirada nacional se ha atrevido a modular información que cuestiona los costrosos prejuicios identitarios, abordando cuestiones informativamente asfixiadas por una perspectiva españolista inconsciente de su prepotencia. La inevitable interculturalidad que requiere la deseada España plural necesita voces claras para explicar desencuentros lingüísticos, la necesidad de una salida dialogada a ETA, los datos y razones que están detrás de un modelo territorial fallido y necesitado de revisión. La dirección editorial de Público promueve una pluralidad de voces en sus columnas y espacios de opinión que sin duda está ampliando el espacio de reflexión común de izquierdas sociales y políticas. La clara consigna de Vicenç Navarro de “bienestar insuficiente” y “democracia incompleta”, vinculadas a las ventajas obtenidas por el campo conservador durante el franquismo y la “transición inmódelica”, pone de manifiesto semanalmente las tareas pendientes de la autocomplaciente socialdemocracia española. Las iniciativas de movimientos mediáticamente marginados como el laicista, estudiantil o el de conocimiento abierto en la red han ganado un generoso espacio en reportajes y artículos de opinión. Las intocadas industrias culturales y la SGAE son criticadas por su mal gobierno en una coyuntura de cambio tecnológico, lo que gana contraste con informaciones sobre otras realidades de creatividad colaborativa independiente de insoslayable valor para la cultura democrática y sostenible. Entre ellas, se podría incluir las colecciones de clásicos de la narrativa española del exilio y de la literatura política universal incluidas los fines de semana a bajo coste, que al tiempo que ponían en las manos de los lectores importantes autores para pensar nuestro tiempo pasado y presente, dejaban en evidencia el afán meramente lucrativo de los coleccionables promovidos por otros periódicos. El comunicado del colectivo editorial de Diagonal en apoyo al periódico puede que sea la primera muestra de reconocimiento de la izquierda social radical a un medio de prensa convencional. A fines de los noventa, un libro de exitosa circulación interrogaba a las ciencias sociales latinoamericanas jugando con los términos Cultura Política y Políticas Culturales donde Álvarez, Dagnino y Escobar hacían una reflexión crítica de la noción de cultura política exportada desde Estados Unidos al mundo, normalizando como públicos democráticos al norteamericano medio, apático y centrado en el consumo y la vida privada. Por el contrario, estos autores daban claras pruebas de que las mayores aportaciones a las transformaciones democráticas las habían potenciado las prácticas culturales de los movimientos sociales y su capacidad de promover políticas culturales de nuevo cuño con los nodos más avanzados de la sociedad civil. Público juega generosamente un papel de centrocampista repartiendo juego al primer toque en la disputa ideológico-discursiva de los últimos años. Sin duda está colaborando con la esperanza del 15-M, removiendo la indignación surgida en nuestro país para el mundo. Por eso los tejidos sociales activos debemos tener el claro compromiso de apoyar las iniciativas de sus trabajadores para dar viabilidad a un diario fundamental en los años venideros.

sábado, 7 de enero de 2012

SALVEMOS A PÚBLICO

Pocas loas puedo añadir al contenido de un diario que ha sido capaz de dar una respuesta periodística al español del siglo XXI. Ha venido a cubrir un espacio que estaba vacío desde siempre en la joven democracia española. La pluralidad ideológica de la que goza nuestro Estado de derecho debe reflejarse en la libertad de expresión en los medios de comunicación. El espectro de información que tenemos en España lo forman un conglomerado de medios, unos venidos de la dictadura, demócratas conversos, otros han surgido en el seno de la Constitución de 1978. Todos ellos disputan su independencia, sin aclarar a qué o a quién deben la no dependencia de nada y de nadie. Efectivamente esa independencia es una falacia. Los medios de comunicación disponen de una estructura de poder, con la peyorativa apelación de cuarto poder. La línea editorial del medio se comporta como el cuarto poder del Estado, cuando desea controlar la agenda del Gobierno y exigirle la información que ellos determinan que es la demandada por el ciudadano; buscando la noticia exclusiva y excluyente o el titular más comercialmente impactante. Todo ello con total ausencia de autocrítica. Dos vertientes terminan configurando la independencia de los medios. Su financiación, recursos propios, publicidad y lectores, y la ideología que constituye la esencia de su actividad y objetivo. Estas dos servidumbres entran en conflicto cuando de la independencia se trata. Los directivos deben rendir cuentas a quienes les pagan, y no pueden salirse del guión establecido. Mientras el cuarto poder desarrolla su actividad en la bonanza económica se produce una sincronía perfecta, entre los medios y los partidos políticos afines; formando una polea de transmisión de conveniencia, engrasada por la autocomplacencia y la nula autocrítica. La pluralidad de partidos políticos entronca en la pluralidad de los medios. No es así en relación con la pluralidad de la sociedad. Antes de llegar Público a nuestros quioscos, surgió de forma fugaz Liberación. Los medios de comunicación reflejaban las tendencias comprendidas, desde la extrema derecha al centro. En esa época aún presente la fiebre de los nuevos demócratas antifranquistas, tanto la derecha como la izquierda, se disputaban el centro. Para la derecha suponía su eterno viaje a Ítaca y para la izquierda la imagen de moderación necesaria para no asustar a nadie. Pero las sensibilidades de los ciudadanos despojados a sangre y fuego de la República, perdedores de la Guerra Civil, masacrados durante la dictadura, otros convencidos de que la Constitución no puede dejar impune el genocidio, y un grupo nada despreciable que se plantean legítimamente que la Transición lejos de ser modélica, fue un apaño para que los franquistas se perpetuaran en la democracia. Ese espacio de reivindicación republicana, progresista, de izquierda solidaria y de la Memoria Histórica, fue ocupado por el diario Público. El problema surge cuando la economía entra en crisis y los financieros que dar soporte a las empresas periodísticas, se ven avocadas a solicitar concurso de acreedores (suspensión de pagos). Porque bajan las ventas, la publicidad se retrae y la financiación no llega. Los grupos oligarcas que soportan los medios más conservadores, no renuncian a que su ideario llega cada mañana a los puestos de venta. Si la publicidad y las ventas merman, no dejarán caer al medio porque su objetivo no es informar, sino divulgar su ideología y sacar beneficio de ello. Sin mencionar cabeceras de periódicos, muy pocos dejarán de existir. En estas circunstancias el cuarto poder se manifiesta con su verdadera identidad. En el caso de Público, sólo tiene el soporte auténtico que es la esencia de su existir; cumpliendo las funciones que le otorga la Constitución. Servir al derecho de la información veraz y completa. Cubriendo el arco ideológico que desborda el arco parlamentario mutilado por una ley electoral injusta y nada democrática. Si Público se salva, lejos de ser un milagro, será porque los españoles lo hemos deseado con decisión y ahínco ¡Salvemos a PÚBLICO!

viernes, 6 de enero de 2012

MANUEL FRAGA IRIBARME

Hemeroteca PÚBLICO

La Justicia argentina verá un informe sobre Fraga

El pacto constitucional dio lugar a la Constitución de 1978, pero no otorgó impunidad a los crímenes cometidos durante la dictadura. Si el Reino de España no investiga la Memoria Histórica, otro país soberano que haya suscrito el principio de Justicia Universal, sí puede hacerlo.



miércoles, 4 de enero de 2012

LOS JURAMENTOS DE LA HIPOCRESÍA

Las huestes beatas y piadosas de Rajoy han jurado ante un crucifijo su cargo como guardianes de la Constitución. Han jurado ante unos símbolos que representan a una España que ya no existe. Es una fórmula protocolaria que solamente satisface a los mismos de siempre. Evocación del nacionalcatolicismo. Han querido agradar a la Iglesia, compañera inseparable de la recalcitrante derecha. También han querido tranquilizar al capital siempre dispuesto a jugar su baza hipócrita de caridad frente al pueblo. En la ceremonia han adulado al Rey representante de la monarquía tradicional, que no olvidemos que apoyó la destrucción de la República en la figura de Don Juan de Borbón. Rubricando la escena, el crucifijo, que simboliza la perversión que del cristianismo hacen todos los que juran en vano. Para Rajoy y sus secuaces, les hace recordar su origen: maridaje Iglesia Estado del franquismo, alianza trono altar del golpe del 17 de julio de 1936, coautores de la Santa Cruzada. Con una mano en la Constitución y la otra en la Biblia, bajo la sombra macabra de la cruz y haciendo la venia al Rey, han interpretado una secuencia llena de fariseísmo. Es mentira que defiendan la Constitución porque la quieren fosilizada. Es mentira que asuman los preceptos eclesiásticos porque para ellos es la interpretación de un personaje. Los mozos de confianza de la cuadrilla de Rajoy han repetido los juramentos, interpretando la misma farsa. Son todos personajes sacados de la literatura del siglo XIX. El político conservador católico de banda y medalla en pecho y de teja y mantilla si se trata de una dama. La España que dicen representar, afortunadamente ya no existe. Ya nadie se ve intimidado por las penas del infierno y menos por las siniestras consignas de castración del sexto mandamiento. Los ritos sacramentales son autos públicos medievales, que encubren la falsedad de los símbolos de tul blanco con sólo ilusión de virginidad y pureza. Pero a Rajoy no se le puede pedir más. Las cosas las hace como Dios manda y gobierna por la Gracia de Dios, como todo caudillo que se precie. Es una vergüenza que nadie en España, ni la derecha ni la mayoritaria izquierda, hayan defendido nunca la aconfesionalidad del Estado. La Constitución no puede compartir mesa y mantel con la Biblia y menos con la cruz. Es una hipocresía que no se haya colocado a la religión en el papel que la Carta Magna le confiere. Si Valle Inclán no hubiera creado el esperpento, Rajoy y sus acólitos lo hubieran hecho. Ahora solamente les queda interpretarlo.


martes, 3 de enero de 2012

LA DESIGUALDAD ENTRE LOS ESPAÑOLES

La gestión del Estado de las Autonomías que hace el Partido Popular está plagada de insidias y desidias, y como consecuencia un atentado a la igualdad de todos los españoles ante la ley en derechos constitucionales. Mientras no han sido obligadas a responsabilizarse de su propia deuda, han defendido ante los ciudadanos que el mal resultado de la gestión de las transferencias de su competencia, era responsabilidad del Gobierno de España; constatando una grave y evidente desigualdad entre los españoles en derechos constitucionales como son: la educación, la sanidad y la dependencia. Hay comunidades que se potencia la segregación en la educación concertada y en otras comunidades la prohíben. Los libros escolares son gratis en unas y en otra no. Siendo la sanidad universal y pública, hay comunidades que alcanza cotas vergonzosas de privatización. Ante la crisis hay comunidades que no han hecho recortes y otras sí. Los facultativos de la medicina no se manifiestan en todas las comunidades por igual, luego el descontento es también desigual. Los profesores de no pocas comunidades han convocado varias huelgas y en otras ninguna. Mientras el Estado no exija un programa de mínimos en derechos constituciones común a todas las CCAA, los españoles no somos iguales ante la ley y menos ante la Constitución, que es la ley de leyes.


domingo, 1 de enero de 2012

JOSÉ IGNACIO WERT DE TERTULIANO MEDIÁTICO A MINISTRO DE EDUCACIÓN

Cuando el nombre de José Ignacio Wert saltó a los titulares de la prensa como ministro de Educación, Cultura y Deportes, vinieron a mi mente imágenes de este personaje camuflado como periodista tertuliano en televisión. Analizando el perfil de este sociólogo, su trayectoria en los medios y como consultor, es coherente que Rajoy haya contado con él para tres carteras en una. Sin embargo, con esta decisión el nuevo e ínclito presidente, ha demostrado el cariño y la pasión que tiene por la educación de nuestra juventud, poniéndola en sus manos. Sin duda su objetivo es hacer economía, es decir recortes. Gestionará las tres áreas dándolas la misma importancia y haciendo de ellas tres empresas privadas. El fantasma de la privatización se cierne sobre ellas sin miramientos. Su perfil de sonrisa forzada y con aires de cierta suficiencia, en nada favorece el diálogo con el universo de la educación pública. Pero este nombramiento merece un análisis más profundo de la implicación del cuarto poder y su afinidad con la política. El sociólogo Wert fue invitado a las tertulias de televisión como un periodista más, donde cada cual procede de un medio y se convierte en portador de su ideología. El nuevo ministro no sorprendió a nadie sobre qué ideología ostentaba en los debates. Pero lo perverso es que los medios públicos están convencidos de que esta representación de los medios presentes en el plató, son la expresión de la pluralidad política de España. Craso error no exento de mala intención. Allí solamente estaban los medios poleas de transmisión de los partidos; quedando sin representación el ciudadano de la calle. Durante el año 2011 hemos podido contemplar que una mayoría nada despreciable expresaban su indignación por no sentirse integrados en esta democracia formal plagada de vicios, y reclamaban Democracia Real ¡Ya! Ahora el nuevo ministro cosecha sus frutos de la propaganda que hizo del Partido Popular en los platós; recogiendo su premio a la fidelidad. Estas adulteraciones jamás son criticadas por el cuarto poder. Y en el caso que nos ocupa han estado arrogándose la idea de que son los únicos que representan la voz de la calle. Y su única representación ha sido la de los partidos políticos camuflados entre los tertulianos cuyo guión está escrito previamente. Con esto se demuestra que la política en todas sus formas y los medios de comunicación se disputan el cuarto poder, que consiste en amordazar al pueblo. Esta falta de honestidad, de democracia real en suma, nutre cada día más los movimientos como el 15 M. En la medida que la balanza que hoy está vencida hacia el lado de los manipuladores: política y medios de comunicación, vaya perdiendo peso y ganando los ciudadanos; descubriendo en la mentira que nos encontramos, la balanza se inclinará hacia el lado del pueblo; perdiendo votos sobre todo la derecha. Lo público irá ganado terreno a la especulación y lo privado. Estos movimientos están dando muchos quebraderos de cabeza a los políticos y presumo que darán mucho trabajo al nuevo ministro de Interior. Al menos su presentación fue un tanto amenazante. En esta legislatura la verdadera política se ha de hacer en las calles. El Parlamento está ocupado en otros asuntos ajenos al pueblo..

CARTA ANÓNIMA DE UNA MADRE A SORAYA SÁENZ DE SANTAMARÍA

Querida: Me hirvió la sangre, me chirriaron los dientes y me clavé las uñas en las manos cuando te vi el domingo en la televisión sonriendo a pantalla y vendiendo humo político mientras respondías a las preguntas diciendo “el crío”.
Antes de que creas que esta es una crítica gratuita de alguien que no comparte tus ideas políticas te diré que la hostilidad que me has provocado no tiene nada que ver con tu perfil político. Va por otro lado….y es mucho peor. Apuesto a que pensabas que aparecer públicamente en tu “trabajo” una semana después de dar a luz iba a ser considerado una actitud ejemplar, un modelo a seguir. Apuesto a que pensaste que cuando la gente te viera, iba a decir: Mírala, que responsable y que sacrificada…una semana después de dar a luz y ya está en su puesto de trabajo, dándolo todo por el país. Es una tía en la que se puede confiar porque es trabajadora y responsable”. Seguro que pensaste eso, y estabas tan contenta. Te voy a explicar lo que significa que tú estés currando a una semana de dar a luz. Voy a explicarte muy clarito las implicaciones que tiene tu sentido absurdo de la responsabilidad y tus ganas de pegar el careto. 1.- Conseguir que las mujeres tuvieran derecho a un permiso de 16 semanas para cuidar de sus hijos, ha costado mucho trabajo y esfuerzo. Ha exigido concienciar a los empresarios y empleadores de lo necesario que era ese periodo de tiempo para cuidar al bebe. Son 16 semanas, sé que se pueden hacer largas por propia experiencia, pero tampoco son un periodo tan largo como para que no hubieran podido pasar sin ti en tu supercurro. Que tu aparezcas a la semana de dar a luz en el curro…lo que dice es “las 16 semanas son superfluas…se puede volver a currar en cualquier momento”.
2.- Lamentablemente se supone que tú debes dar ejemplo…a alguien. Tranquila que no son muchas mujeres las que te tienen como ejemplo, pero igual que se supone que un político debe ser un ejemplo de honradez, una mujer en la política debería dar ejemplo de lo importante que es saber conciliar, esa palabra con la que os llenáis la boca todas. Tu ejemplo es, yo no sé conciliar y básicamente me la pela, dejo al niño y me vengo a repartir ministerios y limpiar las sillas donde estaban los otros y ahora van a estar los míos.
3.- Tu aparición recién parida dice: “Tengo que volver al curro rápido porque si no lo mismo cuando vuelva después del permiso al que legalmente tengo derecho me han quitado el trabajo”. Que traspasado a la gente normal quiere decir, si os cogéis el permiso que legalmente os corresponde…lo lógico es que cuando volváis os hayan dejado de lado en vuestro trabajo. 4.- Ya sé lo que me vas a decir…es que mi trabajo tiene unas circunstancias concretas, es importante, es vital. Si, ya sé… tienes el síndrome de “mi trabajo es darle al ON del sol para que la humanidad arranque cada día”..pero tengo malas noticias para ti: tu trabajo es exactamente igual de importante que muchos otros y mucho menos importante que algunos que se me ocurren. O me vas a decir que jugar a conspirar, dar ruedas de prensa, hacer interpretaciones torticeras de la realidad y mirar cuanto poder tienes en la cartera es más importante que por ejemplo ser cirujana de trasplantes, profesora, enfermera o cualquier otra cosa de esas que de verdad sirven para algo.
Aún así, lo importante de esto no es si tu trabajo es o no es vital para la humanidad, si tú estás contenta por mi estupendo. Lo grave es el mensaje que das: vosotras piltrafillas con vuestros puestos de cajeras, secretarias, comerciales, dependientas, administrativas de cualquier clase, ingenieras, arquitectas, ópticas, químicas, físicas…, podéis tener un permiso de 16 semanas porque al fin y al cabo vuestros trabajos son poco importantes…yo como soy guay y quiero ser más guay todavía no puedo cogerme esas 16 semanas. Es decir, “si queréis tener un buen trabajo de responsabilidad y que os respeten…amigas...no os cojáis la baja de maternidad”.
Años de pelear por algo a la puta basura por tu afán de protagonismo.

5.- Conciliación es una palabra que en tu boca suena a insulto. Conciliar no es lo que tú haces. Cuando estás forrada de pasta como para tener ayuda en casa que se quede con tu bebe RECIEN NACIDO o en tu curro son tan comprensivos como para llevártelo allí al despachito de 50 metros cuadrados...eso no es conciliación. Conciliar, reina mora...es ganar 900 euros, que no te den plaza en una guardería pública, que tu familia viva lejos y no puedan ocuparse del bebé y tener que currar 8 horas clavadas sin posibilidad de decir: uy... no vengo que el bebé está malo…y a pesar de todo...conseguir organizarte para ser buena en el curro y ocuparte de tus hijos… Quiero decir que si buscas conciliar en el diccionario, jamás saldrá tu foto.
Para que veas que no soy tan malvada como para decirte que deberías haberte privado.... ELIMINADO... perdón... de la fiesta por el triunfo, entendiendo que quisieras ir a celebrarlo a la oficina, con tus amigos y tus colegas. Tener un niño no significa no salir de casa para nada, pero...lo que te delató querida...es que tú no querías solo participar de la fiesta...querías pegar el careto, ser el perejil de todas las salsas, que quedara claro que nadie iba a quitarte el sitio…aún a costa de tu maternidad y tu “crio”…
Por supuesto que te estés saltando la ley que establece que las 6 primeras semanas son de OBLIGATORIO descanso para la madre.., ya ni lo considero, porque total... ¿para qué va a cumplir la ley una mujer que se supone que tiene y va a tener un papel fundamental en la promulgación de las leyes durante los próximos 4 años? Tonterías sin importancias…y ya se sabe...quien hace la ley hace la trampa. Me jode hasta el infinito el uso torticero, interesado y fuera de la realidad que hacéis del embarazo y la crianza. Con vuestra pose lo único que conseguís es pisotear lo que han conseguido otras, burlaros de los esfuerzos diarios de mogollón de madres que trabajan fuera de casa, a las que les mola su curro, quieren hacerlo bien, tienen ambiciones por mejorar y a la vez cuidan de sus hijos lo mejor que saben. Lo peor no es que me parezcáis unas memas...lo peor es que nos tomáis a las demás por memas. Ahora, estoy esperando la próxima entrevista en la que digas que “la maternidad es lo más importante que te ha pasado, que te ha cambiado la vida y que como todas las mujeres tienes que hacer malabarismos para conciliar tu papel de madre y trabajadora” …ya me estoy descojonando… por no llorar.