viernes, 10 de febrero de 2012

OPINO PORQUE LA JUSTICIA EMANA DE MÍ


Cuestión de "puñetas"

“La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados”. Aunque el pueblo esté poco versado en leyes, sin embargo, tiene un sentido común que sí le permite criticar la sentencia de un juez cuando percibe que no se ajusta a derecho. La sentencia contra el juez Baltasar Garzón no se puede sacar de su contexto social, político y religioso. La politización de la judicatura y la judicialización de la política, no solamente suponen un vicio, sino que constituyen un hecho real. La puesta en escena del acatamiento o discrepancia con la sentencia, obedece a las dos grandes tendencias de detractores y partidarios del ya exjuez. La derecha de origen franquista que por obra y gracia de la Transición, no desea que se remuevan los lodos que descubran sus implicaciones históricas, y la izquierda resistente a la dictadura de Franco, que rechaza la Transición por considerar que amordazó la Memoria Histórica. Las columnas fieles al Partido Popular, incluyendo los medios, han manifestado su exultante gozo por la condena de Garzón, jactándose de que haya triunfado el Estado de derecho. Los socialistas han mostrado su tibieza ante la sentencia de Garzón porque, no lo olvidemos, no le consideran de los suyos, por motivos del pasado. Sin embargo la espontaneidad de muchos ciudadanos y la izquierda minoritaria, se han posicionado del lado del juez. He ahí las dos Españas, las de siempre. Una perdedora y otra victoriosa del aniquilamiento de la República. Una que comulgó con la Transición, “viviendo en la mentira” y otra que desea “vivir en la verdad”. Pero volviendo a la sentencia, dos aspectos saltan a la vista del más ignorante de los legos en leyes: Una condena unánime de siete jueces, es decir, de todos los que componían el tribunal, nadie discrepó con un voto particular. Y sin embargo, sorprende que las escuchas que le han llevado a la condena, fueran hechas por la policía, mantenidas por el juez instructor y no consideras como delictivas por el fiscal. Estas cuestiones que han sido calificadas por juristas como opinables y lejos de ser prevaricación, no han provocado ninguna reacción particular en los siete ínclitos del tribunal. Que hay un linchamiento consumado contra Garzón, sólo lo niegan aquellos que enmascaran con ingeniería judicial los aspectos del proceso. Mi conclusión va más allá. Los siete magníficos de este tribunal ya han conseguido su objetivo. La destrucción del juez Garzón. La sentencia es recurrible al Tribunal Constitucional que tratándose de jueces, también, contaminados del franquismo, hay escasas posibilidades de que la anulen. La prueba de que hay temores fundados de que parte de la judicatura española esté bajo vigilancia de los conservadores y la Iglesia, la tenemos en el terror que hay de que el T.C. mutile parte de la ley de matrimonios del mismo sexo. En el caso de la investigación de los crímenes del franquismo, la condena saltaría las fronteras de lo nacional y España se vería ante la Corte Penal Internacional. Una sentencia condenatoria dejaría la Justicia en peor lugar, si cabe, del que se encuentra. Mi opinión es que la sentencia que esperamos será absolutoria. Aunque el esperpento no cesa por eso, ya que la farsa tiene dimensiones nacionales de proyección internacional.

miércoles, 8 de febrero de 2012

IN MEMÓRIAM A FRAGA


Hay canciones que, en unos pocos minutos, explican la vida de alguien mejor que cualquier biografía. Hay pocas vidas, sin embargo, que puedan ser explicadas exclusivamente a partir de canciones que hablan de muerte. La vida de Manuel Fraga es una de ellas. Ahora que ha fallecido hay que a escuchar y cantar las canciones que hablan de estas muertes: Julián Grimau, Enrique Ruano, Salvador Puig i Antich, Juan Paredes Manot 'Txiki', Ángel Otaegi, José Luis Sánchez Bravo, Ramón García Sanz, Humberto Baena... y tantos otros. Como inmortalizó Lluís Llach en Campanadas a mort, "les perseguirán nuestras memorias para siempre".

CAMPANADES A MORTS

I

Campanades a morts
fan un crit per la guerra
dels tres fills que han perdut
les tres campanes negres.

I el poble es recull
quan el lament s'acosta,
ja són tres penes més
que hem de dur a la memòria.

Campanades a morts
per les tres boques closes,
ai d'aquell trobador
que oblidés les tres notes!

Qui ha tallat tot l'alè
d'aquests cossos tan joves,
sense cap més tresor
que la raó dels que ploren?

Assassins de raons, de vides,
que mai no tingueu repòs en cap dels vostres dies
i que en la mort us persegueixin les nostres memòries.

Campanades a morts
fan un crit per la guerra
dels tres fills que han perdut
les tres campanes negres.

II

Obriu-me el ventre
pel seu repòs,
dels meus jardins
porteu les millors flors.

Per aquests homes
caveu-me fons,
i en el meu cos
hi graveu el seu nom.

Que cap oratge
desvetllí el son
d'aquells que han mort
sense tenir el cap cot.

III

Disset anys només
i tu tan vell;
gelós de la llum dels seus ulls,
has volgut tancar ses parpelles,
però no podràs, que tots guardem aquesta llum
i els nostres ulls seran llampecs per als teus vespres.

Disset anys només
i tu tan vell;
envejós de tan jove bellesa,
has volgut esquinçar els seus membres,
però no podràs, que del seu cos tenim record
i cada nit aprendrem a estimar-lo.

Disset anys només
i tu tan vell;
impotent per l'amor que ell tenia,
li has donat la mort per companya,
però no podràs, que per allò que ell va estimar,
el nostres cos sempre estarà en primavera.

Disset anys només
i tu tan vell;
envejós de tan jove bellesa,
has volgut esquinçar els seus membres,
però no podràs, que tots guardem aquesta llum
i els nostres ulls seran llampecs per als teus vespres.

IV

La misèria esdevingué poeta
i escrigué en els camps
en forma de trinxeres,
i els homes anaren cap a elles.
Cadascú fou un mot
del victoriós poema.




CAMPANADAS A MUERTOS
(CAMPANADES A MORTS)


I

Campanadas a muerto
lanzan un grito para la guerra
de los tres hijos que han perdido
las tres campanas negras.

Y el pueblo se recoge
cuando se acerca el lamento;
son ya tres penas más
para nuestra memoria.

Campanadas a muerto
por las tres bocas cerradas;
¿ay de aquel trovador
que olvidara las tres notas!

¿Quién segó el aliento
de aquellos cuerpos tan jóvenes
sin otro tesoro
que la razón de los que lloran?

Asesinos de razones y de vidas,
que nunca tengáis reposo a lo largo de vuestros días
y que en la muerte os persigan nuestras memorias.

Campanadas a muerto
lanzan un grito para la guerra
de los tres hijos que han perdido
las tres campanas negras.


II

Abridme el vientre
para su reposo,
de mis jardines
traed las mejores flores.

Para estos hombres
cavadme hondo
y en mi cuerpo
grabad sus nombres.

Que ningún viento
perturbe el sueño
de quienes han muerto
sin humillar la cabeza.


III

Diecisiete años, solo,
y tú tan viejo;
celoso de la luz de sus ojos
has querido cerrar sus párpados
pero no podrás, porque todos guardamos esta luz
y nuestros ojos serán relámpagos para tus noches.

Diecisiete años, solo,
y tú tan viejo;
envidioso de una belleza tan joven
has querido desgarrar sus miembros
pero no podrás, porque recordamos su cuerpo
y cada noche aprenderemos a amarlo.

Diecisiete años, solo,
y tú tan viejo;
impotente para el amor que él tenía
le has dado la muerte por compañera
pero no podrás, porque por todo aquello que él amó
nuestro cuerpo estará siempre en primavera.

Diecisiete años, solo,
y tú tan viejo;
envidioso de una belleza tan joven
has querido desgarrar sus miembros
pero no podrás, porque todos guardamos esta luz
y nuestros ojos serán relámpagos para tus noches.

IV

La miseria se hizo poeta
y escribió en los campos
en forma de trincheras
y los hombres marcharon hacia ellas.
Cada uno fue una palabra
del victorioso poema.

© Edicions l'Empordà

martes, 7 de febrero de 2012

CARTA ABIERTA A RUBALCABA



germanyanke

No compañero, empiezas mal tu primer día como jefe de la oposición, cediendo terreno aún más a la derecha franquista. En virtud de qué ética socialista está presente en el Congreso de los Diputados los miembros de tu grupo parlamentario. Fraga no se merece un homenaje en el Parlamento porque ha sido un furibundo enemigo de la República, ha sido cómplice de la dictadura y jamás ha condenado el régimen despótico y sanguinario del general Franco. Esa es la equidistancia perversa que has empezando cediendo ante los elementos de la Transición: Los obispos (observa los funerales que le han tributado) y la derecha anclada en su victoria del 1º de abril de 1936. Has tenido la primera oportunidad de devolverles la pelota. Ante las presiones de la Iglesia y el PP, ibas a denunciar los acuerdos con la Santa Sede. Al presidente del Congreso le podías haber dicho que, rendirías honores a Fraga, después de que los diputados del Partido Popular condenaran el golpe de Estado y la dictadura de Franco. ¡Hasta cuándo vamos a soportar su desfachatez! Es hora de despertar y dejar de poner paños calientes a las consecuencias de la perversa Transición. No compañero, así no recuperas la calle. ¡Si Pablo Iglesias levantara la cabeza! Los socialistas homenajeando a un franquista confeso y negacionista del genocidio, y un juez llevado ante los tribunales por investigar el exterminio de Franco y sus secuaces. Y los socialistas respetando lo que diga la justicia. Compañero seguir aferrado a la Transición es “vivir en la mentira”, como mantenía Václav Havel.



viernes, 3 de febrero de 2012

¿QUO VADIS HISPANIA?

Yo también estuve anestesiado, no solamente durante la dictadura por la represión, sino en la democracia por la Transición. Pero ahora contemplando los acontecimientos terribles que acontecen, y sobre todo la respuesta que están dando globalmente a un problema que es de todos, hay que salir del letargo y entrar en la indignación más combativa y beligerante. El movimiento Democracia Real ¡Ya! es la única alternativa que el pueblo tiene ante tanto descrédito de la clase política. En España la Transición marcó la pauta a seguir en las últimas tres décadas. Pensaron que el consenso iba a borrar de la memoria de los españoles los cuarenta años anteriores, y que las concesiones de la izquierda democrática a la derecha franquista iban a propiciar la reconciliación entre los españoles. La Iglesia, el capital y la derecha, han recuperado y copado todos los centros de decisión. La izquierda cuando ha tenido la oportunidad de gobernar, lo ha hecho bajo la vigilancia de aquel pérfido consenso de la ya inmodélica Transición. Ahora nos encontramos con la dictadura del pensamiento único, no solamente en España sino en toda Europa. Mientras los dos grandes partidos PP y PSOE no marquen una distancia radical en el sector de la economía, sin contaminación posible de sus doctrinas, no existirá alternativa nítida ante los ciudadanos. El Gobierno socialista intentó y no lo consiguió, gestionar la crisis con decisiones que no perjudicaran a la Iglesia, al mundo financiero y empresarial; perjudicando a los ciudadanos con la congelación de las pensiones, el aumento del IVA y el recorte del sueldo de los funcionarios. Sin embargo, dejó para que lo hiciera el PP la reforma financiara, que al menos en el recorte de los sueldos de los ejecutivos de entidades intervenidas por el Estado, supone una decisión de izquierdas. Aunque no ha tenido voluntad de dar una salida a los desahucios, aspecto que debía de haber abordado el Gobierno socialista. La política del PP ha subido el IRPF de la clase trabajadores y en breve cumplirán la amenaza de la reforma laboral según dictado de los empresarios. La política de uno y de otro partido son marcadamente de derechas en sintonía con la imposición del eje Berlín-París. Salvo la pincelada aplicada a los sueldos de los ejecutivos de las cajas, que supone una marcada política progresista, no obstante, la Iglesia, el capital especulativo, las grandes fortunas y las políticas de inversión pública en la creación de empleo, son políticas que siendo claramente opciones de la izquierda están en tierra de nadie. No solamente la izquierda mayoritaria está anestesiada por la Transición, también lo están los medios de comunicación y una gran parte del tejido social. Si de aquellos polvos vienen estos fangos. ¿Quo vadis Hispania?

COSPEDAL NO, TELEVISIÓN PÚBLICA TAMPOCO

Cospedal insiste en que la imparcialidad en RTVE es mejorable. La independencia que exige esta señora ya se sabe en qué consiste. Que la proporcionalidad de la presencia de los partidos en el ente público, respete escrupulosamente el espectro de fuerzas políticas tal y como han salido de las urnas el 20-N. Pero añade otro aspecto, el más importante, que sea el Consejo RTVE y no los profesionales quienes decidan los tiempos y espacios de la presencia de los políticos, al margen de que sean noticia, o que la noticia tenga algún interés público. Es decir, que los espacios de TVE se conviertan en publicidad gratis, pura y dura ganada en las elecciones. Ni María Dolores de Cospedal ha entendido la nueva estructura de la televisión pública, ni los profesionales de TVE han comprendido qué es eso de la pluralidad. La televisión pública no es un órgano de representación política. Tampoco es un ente donde tengan exclusivamente presencia los portavoces de los medios de comunicación. Y mucho menos una réplica del Parlamento. Los contenidos no deben de abusar de los temas políticos. La actualidad es más variada, el guión de la vida diaria no lo escriben los políticos. Los medios modernos de comunicación permiten al ciudadano conocer lo que dicen y hacen los políticos y el Gobierno en directo, y no necesitan que se lo expliquen, ni en los telediarios, ni los tertulianos. Que además, no están preparados porque su periodismo está ya caduco. TVE es ante todo un servicio público, donde tienen cabida todos los ciudadanos y todas las opciones y tendencias. Es perverso que TVE ceda sus espacios para dar lugar sólo a la pluralidad de los medios y no a quien está excluido de los medios y del Parlamento. Hay espacios en TVE que se convierten en un ágora donde los periodistas representan solamente a los medios de comunicación. El invitado es entrevistado, casi siempre un político, por el director o directora empleados de la casa y por los contertulios. Éstos formulan las mismas preguntas que podrían formular los diputados correspondientes a los partidos de los cuales sus medios son poleas de transmisión. El director del programa se arroga la presunción de que es la voz de la calle. Estas tertulias están montadas para satisfacer las formas de la televisión pública y plural. Pública sin el pueblo y plural; copiando el espectro político de Las Cortes Generales y pegándolo en un plató de televisión que pagamos todos. Estos programas resultan tediosos y de muy baja calidad informativa. Los tertulianos repiten día tras día los mismos argumentos, las mismas críticas, desde las mismas tendencias e idénticas opiniones que los medios que les envían. Son de la vieja y caduca guardia. Están anclados en la Transición. No tienen ninguna preparación que le permita aportar algo interesante. El becario que dejan en sus respectivas redacciones, seguro que haría mejor el trabajo. Hay escasas excepciones en algún participante que viene de la universidad. Pero lo grave es que allí no está la voz de la calle por mucho que lo predique el conductor del programa de forma arrogante. De los interrogantes, muchos de ellos dramáticos, que el pueblo se plantea en la España de hoy, no pueden hacerse eco estos periodistas pagados por los medios que no pueden salirse del guión que le marca quien les paga. Las discusiones de estos periodistas con el entrevistado y entre ellos mismos, duplican el trabajo de los parlamentarios. Sin embargo el hombre de la calle podía ser invitado directamente para preguntar al político. Sin esperar al encorsetamiento de tengo una pregunta para usted. Hay tertulianos como el nuevo titular del ministerio de Educación, José Ignacio Wert, que cuando participaban en tertulias políticas, como casi todos, se definían sin pelos en la lengua. En el caso de este seudoperiodista es un ejemplo de este tipo de periodismo servil con una ideología. En nada se diferenciaba de un diputado del Partido Popular. Ni al Partido Popular le interesa la independencia de la RTVE, ni a los profesionales del medio, se quieren preparar para un nuevo periodismo. Si RTVE tuviera vocación de ser pública y estar al servicio de la información, de y para el pueblo, debería salir a la calle y llevar a sus platós la riqueza del 15-M. El desmantelamiento de la Educación Pública en España, donde profesores y alumnos contemplan el deterioro de lo público en beneficio de lo privado; convencidos que está en juego el futuro de una generación. La Sanidad que ya no es igual para todos. La investigación y el desarrollo. El mundo del trabajo y un sinfín de cuestiones sociales. Quizás estos temas tratados entre profesionales de altura con el pueblo implicado directamente en estas problemáticas, sería una programación molesta para el poder de turno. Pero los programas de ahora son un plagio de las refriegas de los políticos con el cuarto poder. Sólo sirven para perder el tiempo repitiendo el tedio político del momento. Prueba irrefutable de que todo esto es verdad, está en que este artículo jamás será publicado por ningún medio, aunque se les proporcione. En Internet está la verdadera libertad de prensa.

MINISTRO WERT CINISMO A LA CARTA

José Ignacio Wert, nuevo ministro de Educación y Cultura, es un camuflado activista de la ultraderecha nacional católica, bajo la máscara de seudo periodista tertuliano. Acudía a las tertulias bajo el subtítulo de sociólogo. En sus intervenciones siempre le acompañaba una sonrisa hueca. Con pronóstico reservado para el personaje de la farsa que representaba. Un sociólogo es un científico, un intelectual, que analiza la realidad social del momento con objetividad. Pero cuando comparecía en el plató de televisión, allí se comportaba como una persona que representaba a la derecha más casposa, aunque la caspa no procediera de su mata de pelo. Eso sí, con la mueca sonriente de creerse que estaba engañando al telespectador. Refugiado en el titulillo de docto en fenómenos sociales. Y sin embargo, su opinión era burda, vulgar y tendenciosa. Aunque su carta de presentación no estaba abalada por ningún medio en concreto, sus intervenciones le delataban como un franquista neto y nato, aunque no confeso. Pero una vez que Rajoy le ha pagado los servicios prestados nombrándole ministro, se presenta ante el Parlamento con la misma sonrisa, convencido de que sigue engañando a la ciudadanía. Aunque más distendido, a veces, el cinismo se le dispara en forma de risa, y hasta de carcajada, expresiones todas ellas reflejo del mismo sarcasmo. Es un personaje que sale tal cual es en las fotografías. Da la imagen de lo que es. Un cínico contumaz. No perteneciente a la escuela de Diógenes, filósofo clásico, sino cínico en el término correspondiente al román paladino. Cuando los nuevos ministros del clan Rajoy van desgranando sus doctrinas a la prensa o ante los diputados, debían de interpretar sus personajes sin la máscara. Fuera máscaras de constitucionalistas y demócratas. Su ideología y doctrina pertenece al genuino nacionalcatolicismo. Mientras los testigos víctimas del genocidio franquista, van declarando ante el Tribunal Supremo las secuencias del exterminio de la dictadura, vivo reflejo de la vertiente más sanguinaria del general Franco, los honorables ministros están mostrando la otra cara del franquismo, el nacionalcatolicismo. El Gobierno que soportamos, así como los parlamentarios que lo sustentan, quieren gobernar sin constitución. No se conforman con la Contrarreforma que hizo la España del siglo XVI, renunciando a la Europa de la razón y la libertad. Ahora el maridaje Iglesia Estado, perpetúa el pacto contra el progreso: Todas las trepanaciones que están haciendo con los derechos de los españoles lo hacen escribiendo al dictado de los obispos. Todo se centra en el sexo. El sexo para el PP es el colmo de la hipocresía. Los planteamientos de Wert para suprimir la Educación para la ciudadanía están dirigidos a una España que ya no existe. A los obispos y los del PP les molesta que los españoles seamos libre para practicar el sexo como queramos y con quien queramos. Que nos casemos con quien queramos, también, entre hombres o entre mujeres. Divorciarnos cuando acordemos y deseemos. Que controlemos la procreación como acordemos con nuestra pareja. Si sospechamos que puede haber fallado algo en la práctica coital, podamos evitar un embarazo no deseado. Y por último que la mujer tiene el derecho de decidir sobre su propio cuerpo. Los miembros del Gobierno son acólitos de la Iglesia. Tienen más de clérigos y seminaristas que de tecnócratas. Y por supuesto nada de políticos. Sólo las izquierdas minoritarias y el diario Público, parece que se hayan dado cuenta de esta situación. Pero los mismos que dieron el golpe contra la República, aquí los tenemos con manos forradas de piel de cordero. La Iglesia, el capital y la derecha más recalcitrante. Aquí tenemos las dos Españas: La que se desgarra contando a los jueces los crímenes cometidos contra los españoles, y los que quieren repetir y perpetuar el franquismo criminal con el silencio.