martes, 18 de agosto de 2020

LAS MENTIRAS DE LA VERTEBRACIÓN I

 

LA ESPAÑA INVERTEBRADA

Ortega y Gasset

"En toda auténtica incorporación, la fuerza tiene un carácter adjetivo. La potencia verdaderamente substancial que impulsa y nutre el proceso es siempre un dogma nacional, un proyecto sugestivo de vida en común. Repudiemos toda interpretación estática de la convivencia nacional y sepamos entenderla dinámicamente. No viven juntas las gentes sin más ni más y porque sí; esa cohesión a priori solo existe en la familia. Los grupos que integran un Estado viven juntos para algo: son una comunidad de propósitos, de anhelos, de grandes utilidades. No conviven por estar juntos, sino para hacer juntos algo". (España invertebrada, Primera Parte).

La Casa de lo Borbones

Entrevista a Juan Carlos, Rey

SELINE SCUTT

Fuente: ECO REPUBLICANO



LAS MENTIRAS DE LA VERTEBRACIÓN I

 Alfonso Pelayo y Pedro Taracena

 LAS MENTIRAS DE LA VERTEBRACIÓN

“Vertebración es dar consistencia y estructura internas, dar organización y cohesión”.

 No es necesario ser politólogo para saber que, con estas premisas, en España no se dan las condiciones para vertebrar un país cohesionado.

La vertebración actual al menos legalmente es una farsa, y si se trata de buscar la legitimidad, es ilegitimo a todas luces. Las mentiras históricas que soportan la gran farsa son muchas y de variada naturaleza:

LA ESPAÑA UNA GRADE Y LIBRE, encierra como poco un concepto más propagandístico que real. Y si añadimos que ESPAÑA ES UNA UNIDAD DE DESTINO EN LO UNIVERSAL, tiene más de lírico que de político. Con ambos conceptos el Caudillo de España, que lo fue por la gracia de Dios, legitimó su dictadura con la victoria sobre la República. Después de un Golpe de Estado cruento que provocó un enfrentamiento fratricida entre españoles de tres años de duración.

Lejos de vertebrar la España destrozada, impuso una dictadura creando un nuevo orden legal, pero a todas luces ilegítimo e injusto. El esperpento de la nueva democracia orgánica, eufemismo del Movimiento Nacional, aún no había consumado el disparate. El capital, el ABC, la Iglesia y el Ejercito, no se conformaron con la dictadura, su intención fue volver a traer la dinastía de los Borbones al Trono de España. Para ello completó su vocación monárquica en dos columnas: España seguía siendo un Reino, el general golpista sería su regente, y crearía una ley para la instauración de la monarquía en la persona de Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII, aunque el heredero era Juan de Borbón, TODO ATADO Y BIEN ATADO.

El esperpento siguió su curso con el fallecimiento del general genocida, las Cortes Franquistas a través del Consejo del Reino convertido en Consejo de Regencia, coronaron, no al Príncipe de Asturias porque nunca lo fue, sino al Príncipe de España (franquista por los cuatro costados); jurando fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional, base de la dictadura franquista. El esperpento se había consumado y España daba otro paso hacia su invertebración nacional.

Hasta aquí las ilegitimidades se sucedían a través de legalidades sin legitimar. La vertebración jamás será posible mientras haya voluntad perversa de confundir lo legítimo con lo legal y lo legal con lo justo. Es decir, que la Constitución escrita bajo la tutela del Capital, el Ejército, la Iglesia, los Caciques, y la democracia de salón para quedar bien con Europa, Sólo vertebró mentiras encadenadas, ante un pueblo en estado de pánico coartando toda la lucha antifranquista que se hizo desde los años 50.

Los valores que se han utilizado como garantes de todas las virtudes del Régimen del 78 son:

 1.   La Unidad de España.

2.   El Rey como garante y árbitro de esa sacrosanta unidad.

3. España se descuelga por ley de que sus ciudadanos puedan ejercer el derecho de autodeterminación. Interpretando a su manera La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

4.    El texto constitucional es como el Credo de Nicea, es dogma y está atado y bien atado para que no sea modificado. Aunque su articulado sí pueda quedar fosilizado.

 Volvamos a la definición: “Vertebrar es dar consistencia y estructura internas, dar organización y cohesión”. Con las variables y circunstancias del año 2020, ¿qué vertebración puede ser posible? El Coronavirus está siendo un ensayo general, donde los agentes sociales, políticos, sanitarios y económicos estamos sacando lo peor y lo mejor que tenemos. Toda la sociedad confiamos que aquello que nos vayan a poner o imponer, sabemos que tendrá precio, no hay regalo la nueva normalidad no será idílica, sin renunciar a nada…

Mientras, sectores de la sociedad saltándose las normas de protección para contagiarse, se manifiestan como negacionistas del Coronavirus, otros sectores como los empresarios del ocio nocturno y de borrachera, amenazan con llevar a los tribunales al Gobierno por cerrarles sus negocios.

Durante el confinamiento la ciudadanía salimos a ventanas y balcones para aplaudir el trabajo de los sanitarios y el resto de profesionales que nos defendían y luchaban contra la pandemia.  Mientras, en las residencias de ancianos, privatizadas y en manos de Fondos Buitre, las personas que han dado sustento y base económica a la sociedad actual, fallecían por abandono criminal flagrante, negándoles el auxilio por ser mayores y no disponer de medicalización en las instalaciones y tener una sanidad hospitalaria obsoleta, pero con excelentes profesionales. Por otro lado, la Sanidad Pública no ha dotado de todos los medios necesarios porque venimos de 10 años de recortes y muchas privatizaciones que se hicieron en las épocas de los 90. La moral nos dice que estas muertes eran evitables y por eso son crímenes légales. 

Una vez finalizado el confinamiento, el comportamiento de no pocos ciudadanos tampoco ha sido un factor de vertebración de la sociedad. No han renunciado a los botellones, las terrazas, las playas, los chiringuitos, las fiestas familiares y un largo etc. Manifestando lo importante que en España es el ocio. Es evidente que los empresarios y parte de ciudadanía, se olvidan que en España estamos cerca de las 30.000 muertes por Coronavirus y discutimos sobre las medidas restrictivas.  Cabe recordar que la oposición, ante una pandemia que no conocíamos su amplitud ni formas de contagio ni prevención, ha hecho una gestión pésima y nada ética, sin ayudar ni colaborar y poniendo todas las trabas que podían para culpabilizar a un ejecutivo que, como esa oposición y la sociedad, estábamos en estado de alarma ya que el virus puso patas arriba todo nuestro sistema de vida. Los empresarios sin pudor, moral y vergüenza, optan por salvar la economía como en la crisis de 2008, y muchos ciudadanos miran para otro.

Es importante señalar que no hay olas de infección del Coronavirus. El bicho sigue en su sitio como desde el principio y no se mueve, lo movemos las personas. Es la relajación intencionada inmoral y en muchos casos criminal, quienes provocan el contagio y las muertes. Aunque el cinismo nos asista, no hay olas, hay comportamientos viciados. No podemos criticar a las Autoridades Sanitarias porque no les han dotado de los medios suficientes ni tenían la experiencia de un virus nuevo del que hemos ido sabiendo cosas a medida que lo íbamos sufriendo.

La pandemia no traía recetas, solamente la infección. La improvisación lejos de ser criticable debe de ser reconocida y meritoria. La Patronal no ha sorprendido, si la hubieran dejado, hubiera optado por los crímenes de 2008.

Es evidente que el Turismo es el sector peor parado, pero ¿qué se puede esperar de una industria basada en el sol y en el precio? A costa de sueldos y políticas laborales de auténtica esclavitud. Turismo de prostitución, borrachera y balconig. Industria donde el valor añadido es la miseria de sus empleados y la temporalidad en el empleo.

No podemos dar por terminado este articulo sin mencionar la perversión que tenemos en considerar a los refugiados como emigrantes. Y el coronavirus ha venido a desenmascarar la ausencia de legalidad mínimamente moral cuando los temporeros se han contagiado del virus por pésimas condiciones laborales y de habitabilidad. Los agricultores han invadido nuestras ciudades reivindicando precios justos y sin embrago han ocultado la ilegalidad de sus esclavos, estas personas ahora han entrado en la estadística legal o ilegal como contagiados por el Coronavirus. La talla moral de los agricultores que contratan mano de obra de esclavitud, tampoco aporta nada a la vertebración e integración social. Sería un acto de valentía y de sinceridad si asumimos que estas conductas particulares y colectivas, muestran un déficit educacional, sin que nos sirva de consuelo, si el contexto europeo está carente de esta misma sensibilidad.

Este panorama es más desastroso del que habíamos intuido y sobre todo peor del que imaginábamos detrás del cartel de la NUEVA NORMALIDAD que parece que nos remite a la vieja normalidad, no sabemos si nos llevan a ella o no permiten que entren otras nuevas opciones.

Este ensayo tendrá una segunda parte para analizar las aptitudes y actitudes de los medios de comunicación, la clase política, el capital, la corrupción, el ejército, la religión, la policía, los sindicatos y la Constitución Española. Por supuesto que en LAS MENTIRAS DE LA VERTEBRACIÓN II escudriñaremos la forma de abordar, si salimos ilesos del Coronavirus, el QUO VADIS HISPANIA DEL SIGLO XXI. 



La República

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