TRES ENSAYOS A PROPÓSITO DE LA LIBERTAD DEL OCIO-VICIO
En España gozamos de un Estado de
Derecho de dudosa legitimidad. Sí y por qué digo esto. Pues porque ha convenido
a las fuerzas vendedoras del Golpe de Estado, la Guerra Civil, la Dictadura, la
Transición, la Monarquía y el Juancarlismo, confundir cargado de
malicia, tres valores absolutos que ellos han relativizado. Han confundido con
perversa intención, la Legitimidad, la Legalidad y la Justicia.
No hay que ser muy avezado en
Historia con mayúscula para encontrar la cadena de eslabones que alternan la
legitimidad con la legalidad y la legalidad con la justicia. Todo ello no
hubiera sido posible sin el concurso de las fuerzas económicas que han
financiado a los secuaces del Régimen del 78 y sobre todo los Medios de Comunicación
que, auténtica pléyade de impostores del periodismo, todos los días escriben en
las redacciones y publican el mismo NODO en todas las televisiones y emisoras
de radio.
Este preámbulo me va a servir
para escribir tres ensayos que demuestran que el consumo está por encima de los
valores. El consumo no es un valor, es un negocio:
1. LA
PUBLICIDAD Y LOS NIÑOS
2.
LOS CRÍMENES LEGALES EN TIEMPOS DE PAZ
3. LA
SOCIEDAD DE CONSUMO Y EL CORONAVIRUS
1.
LA PUBLICIDAD Y LOS NIÑOS
Protección de su privacidad
Cada niño tiene derecho a su vida
privada. Las leyes deben proteger la privacidad de los niños, a su familia, su
hogar, sus comunicaciones y su reputación (o su honra) contra cualquier
agresión.
Derecho a ser protegido contra el
abandono y el trabajo infantil.
TUS HIJOS NO SON TUS HIJOS
Tus hijos no son tus hijos,
son hijos e hijas de la vida,
deseosa de sí misma.
No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.
Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.
Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.
Puedes esforzarte en ser como
ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.
Tú eres el arco del cual tus
hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.
Khalil Gibran, poeta, filósofo y
artista libanés
UNICEF
https://www.unicef.org/lac/historias/10-derechos-fundamentales-de-los-ni%C3%B1os-por-quino
MÁS AMPLIO
https://www.unicef.org/es/convencion-derechos-nino/convencion-version-ninos
Premisas en el negocio de
infantes:
Los niños
y niñas tienes sus derechos.
Los niños
y niñas no deben trabajar.
Los niños
y niñas tienen derecho a su privacidad.
Los niños
y niñas tienen derecho a proteger su pudor.
Bajo estas premisas los padres o
tutores no les asiste el derecho de exponer a los niños y niñas a la
explotación publicitaria. Es evidente que la sociedad de consumo nos ha llevado
a exponer y explotar a niñas y niños en un casting para conseguir un contrato,
como si fueran actores profesionales. Efectivamente engañados bajo el eufemismo
de que ello es un juego. La sociedad de consumo es cómplice como lo es de todo
el consumo irracional y en muchos casos criminal.
Lo grave e ilícito de estas
premisas, es que la respuesta es inmoral.
Los niños y niñas tienes sus
derechos, pero los administran sus padres.
Los niños y niñas no deben
trabajar. No trabajan, pero su actuación en el anuncio son sus padres quietes
cobran.
Los niños y niñas tienen derecho
a su privacidad. Los padres abusan de la voluntad de sus hijos como si fueran
disminuidos psíquicos. Es un engaño manifiesto.
Los niños y niñas tienen derecho
a proteger su pudor. Los padres de estos niños no se han preguntado qué
pensarán sus hijos cuando tengan uso de razón, y se vean arrastrándose por el
suelo con un pañal que les recuerda su época infantil, cuando aún no habían
logrado la contenencia.
La sociedad de consumo engulle
todo lo que la echen… En no pocos casos de forma criminal.
2.
LOS CRÍMENES LEGALES EN TIEMPOS DE PAZ
En principio la palabra crimen
no debe de ser un vocablo exclusivo y excluyente de la Judicatura. Según la
Constitución: “La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey
por Jueces y Magistrados…” No sé el grado de consciencia que tuvieron los
Padres de la Carta Magna para mantener este acertado principio. Pero a mí me da
fuerza para llamar a las cosas por su nombre. En España nos tienen
acostumbrados a que lo ilegítimo pueda ser legal y lo legal no tenga por qué
ser justo. Esto no es un mero juego de palabras. Encierra conductas inmorales y
en no pocas veces criminales. La crisis de 2008 se ha conseguido solucionar en
contra del débil y a favor del capital. ¿No es un crimen despojar de sus
derechos a los trabajadores y salvar a la Banca, por ejemplo? ¿Alguien en su
sano juicio no sabe quién es el responsable del paro, de las colas del hambre,
de las muertes prematuras, de los desahucios, del escándalo de los crímenes
cometidos contra los habitantes de La Cañada Real en Madrid, del exilio de los
científicos, estudiantes, médicos y personal sanitario? Es verdad que los
impostores del periodismo que abundan por doquier, son responsables de ocultar
la verdad en favor de los secuaces que mantienen el Régimen del 78. Y para
ahogar tanto crimen el Estado se dota de la Ley Mordaza. La Reforma Laboral fue
un crimen contra los trabajadores y trabajadoras de dimensiones pandémicas…
España se mantiene en pie dentro
de la Unidad Europea como una democracia más, pero es un castillo de naipes…
Los que estamos en la década de los setenta ya no nos pueden engañar. Ya es
insostenible seguir cambiando las cosas de nombre:
El Golpe de Estado contra la
Republica, se le llamó Alzamiento Nacional. La Guerra Civil provocada, se le
llamo Cruzada de Liberación Nacional. A la Dictadura militarista falangista y
del nacional catolicismo, se le llamó Movimiento Nacional y en algunas
ocasiones Democracia Orgánica. Juan Carlos fue proclamado Rey porque lo dispuso
un dictador sanguinario, Caudillo de España que lo fue por la Gracia de Dios.
¿Alguien puede afirmar que el origen del Rey de España es legítimo?
A partir de este momento
histórico, la Ley de Amnistía de 1977 dejó impune el Genocidio Franquista
1936-1975. Y en España se continuó viviendo en la mentira más criminal. Los
mismos que financiaron la dictadura tutelaron la nueva constitución. Que no se
me ocurriría escribirla con mayúscula. Y mucho menos defenderla y lo que sí he
hecho es leerla y comparar con la II República.
En la actualidad el NODO se
encarga de seguir con la propaganda franquista y post franquista. Para los
jóvenes hay que informarles que el NODO (Noticias de Documentales), fue el
órgano de propaganda de Franco. En España era de obligada exhibición en todos
los cines antes de la proyección de la película. Y a través de las legaciones
extranjeras que se lo permitieran.
En España desde 1936 se han
cometido muchos crímenes legales. De 1936 a 1939 crímenes de guerra. De 1936 a
1975, crímenes contra la Declaración Universal de los Derechos humanos, aunque
se decretara en 1948. La Transición, que ya nadie denomina como modélica,
domina las estructuras franquistas: la Policía, la Magistratura y el Ejército
siguen intactas hasta hoy. Sin olvidar la Alianza Trono-Altar y el Maridaje
Iglesia-Estado. El nacionalcatolicismo aún mantiene los Acuerdos que no el
Concordato con la Santa Sede. De origen preconstitucional.
¿Alguien duda de que este
castillo de naipes, caerá? Tarde o temprano.
La pandemia ha venido a complicar
más las cosas, porque la quiebra del Estado del Bienestar ha sembrado de
crímenes por doquier. Y es lamentable que hayamos tratado de salvar el turismo
de borrachera, los botellones, las terrazas, el vicio
y ocio nocturno, l0s viajes de fin de curso, mientras en la
Residencias de Ancianos se han cometidos crímenes legales por abandono y
dejación de auxilios esenciales. Pero todo se ha ejecutado según la legalidad
vigente de las autoridades legales. Pero los crímenes legales son crímenes tal
cual. Mientras muchos ciudadanos hemos aplaudido en los balcones a personal
sanitario, otros han preferido luchar por la libertad sin límite, mientras
miles y miles de compatriotas morían en condiciones de abandono. La presa ha
hecho su trabajo que es servir a quien le paga…
La realidad de España es una realidad criminal.
¡Cuánto me gustaría que todo esto
fuera un sueño o que fuera mentira!
3.
LA SOCIEDAD DEL CONSUMAO Y ELCORONAVIRUS
Hace más de un año y medio que
nos vimos invadidos de una pandemia que nos sometió a un confinamiento general;
agravándose por “Filomena” una tempestad de hielo y nieve que agravó la vida de
los ciudadanos, sobre todo en el centro de España. Ha supuesto una prueba de
fuego para el mundo entero, pero mi análisis personal se ceñirá a mi país,
España. Yo no descalificaré a priori a nadie, pienso que de entrada no hubo
mala voluntad y cada institución salió del paso como pudo, con los medios que
disponía. Pero mi vivencia personal va más lejos. Los españoles por la fuerza
soportamos todas las prohibiciones y hasta el Estado de Alarma. Salíamos a los
balcones para aplaudir a los sanitarios que estaban superando la falta de
medios que los recortes criminales cercenaron. En la Sanidad Pública y en las
Residencias de Mayores entregadas a Fondos Buitre sin medicalizar. Parecía que
el Gobierno había apostado entre la economía y la salud, obviamente por ésta
última. El equilibrio era verdaderamente inestable. Los políticos, unos y otros por motivos
contrarios sirvieron la polémica a los medios de comunicación con tradición de
ser impostores del periodismo a lo largo y ancho del Régimen del 78.
Mi análisis se basa en las
conductas personales. Llegamos a morir a cientos y hasta a miles de españoles a
diario, pero cuando se acabaron los aplausos, afloraron los comportamientos
personales:
Nos olvidamos de los muertos de
las residencias por abandono.
Ignoramos el agotamiento de los
facultativos por falta de medios.
Nos manifestábamos contra el
Gobierno por falta de libertad.
Cerraron prostíbulos porque
estaban camuflados como trabajadores y trabajadoras del sexo.
Mientras, se convocaron
elecciones autonómicas y triunfó con mayoría absoluta la opción que defendía la
libertad por encima de todo. Y ese todo tenía valor absoluto y su antagónico
era el comunismo. Es evidente que la opción que llevó al poder a la derecha con
los epítetos que cada cual desee poner, fue la economía en forma de: terrazas,
botellón, fiestas ilegales, misas, corridas de toros, turismo de borrachera,
aunque siguieron los desahucios…
Nadie puede dudar que la opción
política triunfadora fue la más aliada del Coronavirus.
A las alturas de esta reflexión
es preciso hacer una consideración sobre las mayorías y minorías a la hora de
analizar el comportamiento de los ciudadanos. Las mayorías y las minorías no
merman la bondad y o la maldad del comportamiento colectivo. Yo denuncio los
comportamientos personales, aunque sean minorías para el vicio y mayorías para
la virtud.
No existen olas de la pandemia,
existen comportamientos insolidarios: fumar en la calle, a las puertas de los
hospitales, en los supermercados y en las terrazas. El colmo del disparate y de
la hipocresía es cuando una sociedad consumista equipara los estancos a las
farmacias ante la pandemia. Viajes de jóvenes mayores y menores invadiendo
áreas del turismo, exportando la pandemia de unas partes a otras. Las
residencias y los hospitales han sido testigos de muertes, muchas de ellas
evitables, si no hubiera imperado la economía sobre la salud. Y ahora que los
mayores estamos más o menos inmunizados, los jóvenes desafían al Coronavirus
porque a ellos les afecta en menor grado. Gran irresponsabilidad de padres y
colegios privados. Las olas las hemos creado nosotros con nuestro egoísmo.
Si la pandemia no nos ha abierto
los ojos para desplazar del primer puesto la hostelería de nuestro PIB,
seguiremos siendo los camareros y las camareras de Europa. Eso sí formados en
la Universidad y en Centros de Formación para la Economía de Servicios,
El género humano me ha
decepcionado en general y el español en particular, porque no hemos aprendida
nada…
Julio y agosto están siendo testigos de la contaminación de las zonas de
vacaciones de españoles divulgando la cultura de turismo barato y de
borrachera.
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