sábado, 28 de septiembre de 2013

EL GRAN TEATRO DE ESPAÑA

Por Pedro Taracena Gil





Nuestro teatro del siglo XXI se ha perdido una gran compañía de comediantes, titiriteros, malabaristas y saltimbanquis. Los franquistas trasnochados pero legítimos herederos de la dictadura genocida que ahora nos gobiernan, se debían de haber dedicado a la vocación de disfrazar la realidad con la mentira. En lugar de formar un gobierno hubiera sido más exitoso haber creado una compañía de farsantes. La farsa es el arte de presentar la mentira de forma creíble y en esto son maestros. La puesta en escena de todas las falsedades que cada día alimentan para que el pueblo viva, también, en su versión institucional, en la ausencia de verdad, en la mentira.

Todos son actores de primera categoría y con especialidades bien definidas, como para garantizar que los teatros de España en cada sesión pongan el letrero de “no hay localidades”. Adefesios demócratas que no condenan la dictadura. Máscaras sindicalistas que dicen defender al trabajador, cuando descalifican toda reivindicación. Arlequines siniestros que cometen crímenes contra los ciudadanos de todo tipo y condición. Personajes alegóricos que han declarado la guerra al débil: La religión, el capital, la empresa, el mercado…

Entre ellos mismos en esta gran compañía de tramoyistas y actores, hay directores de escena, guionistas de sainetes, comediógrafos de mal gusto y hasta tragedias abyectas que siembran la muerte, la salud cercenada, el paro, los desahucios, el abandono de los ancianos, donde los robos y los crímenes son el argumento más frecuente. Con la falta de pudor cual personajes de ficción, estos farsantes salen una y otra vez a recogen el aplauso y reconocimiento de los asistentes a estos dramas. Como antaño ante su magistral interpretación, quien en primer lugar rompe el silencio dejado por la última frase de cada obra, es la claque, que como en los buenos tiempos se le pagaba para que aplaudan. El poder tiene su claque, es decir, los esbirros, lacayos, secuaces y aduladores profesionales. Los medios de comunicación, los empresarios, los obispos y los seguidores de la ideología franquista.

La farsa que la clase política, los bancos, la patronal y la Iglesia está poniendo en escena cada día, es un esperpento de dimensiones impensables hace tan solo cinco años. Nadie podía imaginar que fuéramos marionetas de los inmorales responsables de la Europa de los mercaderes, que no de la Unión Europea de los ciudadanos. Se han convertido en los verdugos de los españoles, cuyo mayor delito ha sido ser víctimas de sus crímenes. Han implantado una mafia que lejos de ser clandestina es legal. Su política criminal, sí criminal, elabora leyes legales pero injustas, que han hecho quebrar el Estado de Bienestar. Porque estos perversos mentecatos, actores de pacotilla, han creído que al pueblo español se le podía engañar, metiéndoles a la fuerza en la vida de la mentira, como dice Václav Havel en su libro El poder de los sin poder. El pueblo español está en la calle más pobre que antes, pero con más dignidad que la caterva de inmorales embusteros perseguidos por los escraches de la justicia que emana del pueblo… Al final serán los ciudadanos quienes hagan caer el telón y junto a él los disfraces de la pantomima democrática y las máscaras del franquismo.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Yo critico al Rey de España

Por Pedro Taracena


Juan Carlos I


Ejerciendo mi derecho de expresar mis opiniones libremente, yo critico al Rey en todo aquello que a juicio mío, se aparte de la Constitución Española y mi conocimiento de la historia. Aunque la Carta Magna le otorga estatus de inviolabilidad, el mismo texto constitucional no le hace inmune a las críticas de los ciudadanos. El monarca ha llegado al trono de ninguna manera por el mejor de los caminos. Su abuelo Alfonso XIII abandonó España, porque los españoles eligieron implantar la II República. El orden constitucional fue quebrado por el golpe de estado y la dictadura del general Franco. El padre del Rey Juan de Borbón simpatizó con el sangriento pronunciamiento militar e intentó implicarse directamente en el enfrentamiento fratricida. No obstante el dictador no se lo permitió; proyectando la implantación de una nueva monarquía, no por la restauración legitima del hijo del rey destronado, sino por la instauración a través del nieto e hijo de Juan de Borbón, Juan Carlos de Borbón y Borbón.
Muerto el dictador, el propio franquismo ejecutó el testamento que Franco había decretado. Juan Carlos fue nombrado por las Cortes Españolas como Jefe del Estado a título de Rey. Habiendo jurado defender los Principios del Movimiento Nacional, se avino a sancionar la Constitución en 1978. Pero sin condenar el franquismo y sin jurar el nuevo orden constitucional que le entregó la Corona de España. Juan Carlos I reina sumergido en una perversa ambigüedad. Insólita en la Europa del siglo XXI. El pacto no signado de Transición dejó impune al franquismo con todos los delitos de lesa humanidad. Transcurridos 35 años de vida democrática y constitucional, no hay pretexto ni excusa posibles para que el Rey no se haya desligado del genuino franquismo, versión española del fascismo europeo.
La figura del Rey ha sido tabú en muchas de sus facetas y parece como si este prestigio que ahora se le reconoce, lo hubiera ganado aquel día 23 de febrero que como salvador de España, nos libró de las huestes involucionistas, jugando todo a una misma carta. Y después ¡A vivir de las rentas!
Contemplando la figura del Rey como árbitro y como máxima autoridad democrática y constitucional, echo de manos su entusiasmo por lo público. La familia real, salvo escasas y honrosas ocasiones, no han pisado los servicios de la sanidad pública y mucho menos la educación pública. La opacidad de la Casa del Rey, raya lo antidemocrático. El respeto mal entendido de los medios de comunicación, han ejercido más de aduladores cortesanos que de ciudadanos libres y periodistas profesionales. El maridaje de hecho Iglesia-Estado y la alianza trono-altar, han contaminado la institución monárquica que debía de estar al margen de cualquier atisbo de confesionalidad.
Aquellos polvos trajeron estos lodos. La España de hoy está homologada con la revolución informática, libertad, comunicación e información. Los políticos y los medios han perdido el norte y la Santa Transición pactada y consensuada está caducada. Como atado y bien atado creyó que dejaba el déspota la dictadura, que sólo los franquistas del partido que gobierna se niegan a condenarla. Los políticos no están capacitados para abrirse camino entre tanta opacidad, corrupción y evocación del pasado. La institución monárquica está tocada y hace aguas por todas partes. Aquel 23 de febrero no supuso un pasaporte de tolerancia eterno ante los desmanes de Su Majestad; dejando a los historiadores llegar al fondo de esta cuestión y de otras. La juventud no se merece tanta perversión política y los mayores tampoco, porque España está donde está por sus cuarenta años de trabajo y cotización. Apuntalar la institución monárquica y la figura del Rey mediante parches ocasionales, agravan la situación y demorar una reforma de la Constitución como si del credo de Nicea se tratara, es perder el tren de la historia. A mí juicio no son pocas las asignaturas que tiene pendientes el Rey de España.

sábado, 14 de septiembre de 2013

LA EXTREMA DERECHA ESPAÑOLA


Las cosas por su nombre…



Por Pedro Taracena Gil

En el caso de España el pensamiento político situado en la extrema derecha, antagónico al comunismo más radical, es decir la extrema izquierda, no se puede homologar con el extremismo de la derecha allende los pirineos o en el resto de Europa. El extremismo hispano violento de signo derechista no tiene ninguna relación ni con el movimiento neonazi y tampoco con el fascismo italiano. La historia nos muestra como  padre del nazismo a Hitler y como el inductor del fascismo a Mussolini. En España, sin embrago, el origen de la extrema derecha la tenemos en el franquismo. Francisco Franco Bahamonde cuando lleva a cabo el golpe de estado contra la República, legal y legítimamente establecida, se apoya en las fuerzas armadas y en la derecha capitalista y caciquil, en la Iglesia y en Falange Española, versión hispana del fascismo italiano fundada por José Antonio Primo de Rivera. Cuando Franco obtiene la victoria después de tres años de enfrentamiento fratricida, implanta un régimen despótico, es decir, una dictadura en base a los Principios del Movimiento Nacional. Un régimen fascista con base en el nacionalcatolicismo y el nacionalsindicalismo. Una dictadura homologable históricamente en lo político con la ideología de la extrema derecha. Una vez muerto el dictador el pueblo español se dotó de la  Constitución en el año 1978, que instauró el estado de derecho destruido por Franco en 1936.



No obstante y al margen de la Constitución, los franquistas consensuaron con los que vinieron de la clandestinidad o el exilio, el no condenar el franquismo y sellaron un pacto no escrito donde quedaban impunes los crímenes del franquismo.  A esta etapa se le llamó la Transición. Después de la muerte del dictador esta fórmula ha permitido al Rey desde el primer día de su reinado, hacer apología del franquismo y a la derecha española albergar en su seno a toda la gama del franquismo existente; haciendo compatibles los valores constitucionales con el olvido de las víctimas y el recuerdo permanente de los verdugos. El Rey en su primer discurso de la Corona hizo apología de Franco, circunstancia histórica justificable, pero que aún no haya jurado la Constitución y no propicie la condena del franquismo por respeto a sus víctimas, muestra una conducta moralmente detestable y políticamente anti democrática.



Los símbolos que ostentaban los miembros del grupo de violentos que asaltaron los locales de la Generalitat de Catalunya en Madrid, son símbolos franquistas, falangistas y de fidelidad al yugo y las flechas. Es decir, los franquistas de toda la vida, que si no hubieran tenido una actitud violenta, nadie y el Partido Popular y su Gobierno menos, les hubiera llamado la atención. Porque los franquistas gozan de muy buena salud política. Los franquistas son los que ahora nos gobiernan. La mal llamada Transacción modélica es un pacto tan perverso y envenenado que salvo honrosas minorías de la izquierda, nadie incluyendo los medios de comunicación se atreve a llamar las cosas por su nombre. Estos bárbaros son los franquistas, versión fascista de cuño español. El yugo y las flechas que presidía el salvaje asalto a la sede catalana, es el mismo escudo que Manuel Fraga Iribarne ostentaba en su pecho con orgullo hasta que le entregó el cetro del fascismo a Josemari Aznar y éste a Rajoy; manteniendo una copia de este cetro testigo, toda la derecha española. Podemos incluir sin reparos en esta grey y con todos los honores a la Iglesia, los banqueros, los empresarios y toda la pléyade de franquistas peperos o peperos franquistas, que tanto monta tanto monta. Llamarse con el nombre de su fundador debería ser tan honorable como para los jesuitas que pertenecer a la Compañía de Jesús; estando muy orgullosos de San Ignacio de Loyola, su fundador. Pero hay un pacto tácito que nadie se atreve a llamar las cosas por su nombre. La derecha española en su viaje eterno hacia el centro, aún no ha salido del extremo situado en la más rancia de las derechas. Están gobernando al margen de la Constitución administrando su mayoría absoluta como si de un poder absolutista se tratara. La apología del genocidio franquista no es delito porque así lo han querido los que sellaron el pacto de la Santa Transición.


La mordaza colocada al pueblo español ante la Memoria Histórica, es un crimen, sí una crimen porque se hace cómplice de los delitos de lesa humanidad. Por el contrario los mismos responsables de esta ignominia, han decretado que la Constitución española sea un credo cuyos administradores de su infalibilidad  sean los dos grandes partidos ostentando ambos la mayor de las corrupciones que se han dado en la España democrática. Sin embargo socialistas y populares consideran que la Constitución es un conjunto de artículos de fe, según les conviene. Evocan la unidad española como una herencia franquista y cambian la Constitución con nocturnidad y alevosía según el dictado de las políticas criminales de la Unión Europea. Que nadie se rasgue las vestiduras porque llamemos las cosa por su nombre. En España todas las manifestaciones pacíficas o violentas que ostenten los símbolos de Falange Española o del Movimiento Nacional, han hundido sus raíces en el franquismo. Mientras el Rey y el pacto de la Transición no condenen el franquismo y añadan a la Constitución que la apología del franquismo es un delito, el franquismo seguirá instalado en nuestra querida España.



La saga del franquismo se perpetua...


El franquismo que no cesa camuflado bajo la máscara del centro derecha. La gran mentira...

martes, 10 de septiembre de 2013

MENTES VACÍAS






Por Manuel Cano

Mentes vacías y corazones ennegrecidos, zombis de una sociedad decadente, pantallas de plasma como placebo, ocio barato, sin contenido, los engendros van por la calle desviando las miradas, cabezas gachas en claro síntoma de cobardía, los murmullos son quejas sordas, resignadas, la fuerza, la fuerza es un golpe en la mesa, un grito dirigido al frente y no al cielo, una mirada desafiante, un puño presto para devolver el golpe, es no retroceder, levantarse aun estando sometido a golpes, es no tener miedo a perder algo más. Pero los cobardes prosperan, sobreviven escondiéndose en sus casas, con escusas baratas, con mentiras que prefieren creer, lo fácil es perder, ya que es lo acostumbrado, lo que cuesta es estar dispuesto a pelear y aun así perder, pero el viaje y la ilusión de conseguirlo abra valido la pena, los cobardes no viven con emoción y sus vidas perecen sin ningún sentido.
Las mentiras como verdades absolutas, los valores que predominaban y nos hacían fuertes, son vistos hoy en día como debilidad, la sociedad ha entrado en decadencia, promovida por la cultura de espectros que renegaron de toda humanidad, cegados por la más absoluta avaricia, sicópatas endiosados, carentes de honestidad, nos conducen a la extinción, al pozo negro de la desconexión social, al robotizaje de mentes condicionadas y sin ninguna inquietud por el saber, somos el desecho de lo que en algún momento se espero de nuestra capacidad para crear y, de ello lo transformamos en poder de destrucción, no solo de nuestro entorno, sino del mismo interior del ser humano.

jueves, 29 de agosto de 2013

ROMPER CON EL PARADIGMA


La sensualidad patrimonio natural del ser humano

Antonio Giovannini
Fedra Doncel
Hipólito del Infantado
Hugo Roig Montesdeoca
Pedro Taracena



Foto: Alon Albergu


Sin acudir a principios científicos, por mera observación, los seres humanos recibimos sensaciones de todo aquello que nos rodea a través de los cinco sentidos: la vista, el oído, la lengua y labios, el olfato, los dedos y manos, son ventanas abiertas en nuestro cuerpo para percibir ciertas variaciones sensoriales, que si son positivas nos causan deleite, y si arrastran cargas negativas nos hacen daño. El cuerpo en general puede ser receptor y emisor de una gran carga sensual. Una suave brisa sobre el rostro, la contemplación en una puesta de sol paseando por la playa con los pies descalzos, las caricias de la persona amada, un apretón de manos entre amigos, o una sesión de masaje escuchando simplemente el silencio. Las sensaciones conscientes propiciadas por estímulos propios o ajenos, configuran nuestra sensualidad. Los animales también reaccionan ante cualquier estímulo de acuerdo con claras o veladas  muestras de agrado, desagrado o indiferencia. Es evidente que no es preciso ser versado en ciencia, para saber que la sensualidad toma parte del reino animal y es suficiente la simple observación para comprobarlo.

El primitivo instinto de procreación y conservación ha jugado un papel evidente en la evolución de las especies. Además de los cinco sentidos captores de la sensualidad, la naturaleza les ha dotado de la atracción sexual. El macho busca a la hembra arrastrados en época de celo para la copula y de este modo garantizar la supervivencia de su especie. Sin embrago la sexualidad en el ser humano, aunque tenga el mismo fin, es mucho más compleja y se pueden apreciar muchos matices. La mujer y el hombre no están a expensas del periodo de celo como el resto de las especies. El libre albedrío decide cuándo y con qué fin se produce el ayuntamiento sexual. La naturaleza que ha dotado de sexualidad a mujeres y hombres, no está al servicio exclusivo de la procreación. Más aún, la sexualidad enriquece sobremanera la sensualidad que proporcionan los cinco sentidos, de los cuales estamos dotados. Sin profundizar en la antropología del ser humano, se puede constatar que aunque el aparato genital reproductor de ambos sexos, encuentre su último fin en la procreación, de ninguna forma es exclusivo y excluyente de otras manifestaciones sensuales y sexuales. Esta evidencia promocionada por la naturaleza, no siempre ha sido interpretada por el hombre de este modo. 

El ensayo completo en PDF: ROMPER CON EL PARADIGMA

jueves, 8 de agosto de 2013

LA MAYORÍA INDECISA

Por Pedro Taracena Gil


"Nadie se baña en el río dos veces..."

El espectro resultante de las elecciones generales en España, es analizado desde los primeros comicios abordado desde diversos puntos de vista. Pero el electorado en no pocas ocasiones se propone que los analistas, comentaristas políticos y tertulianos, como vulgarmente se dice, no den ni una.
El tema vuelve a ser candente frente a unos hipotéticos comicios dentro de los dos próximos años. Después de cinco años de crisis sangrante, la corrupción política e institucional generalizada, las expectativas presentan un escenario apasionante para escuchar la voz del pueblo.
En primer lugar, podemos contemplar el colectivo fiel a su ideología, al margen del comportamiento corrupto de los políticos. Además de las sensibilidades nacionalistas o soberanistas, en España hay dos bloques marcados por las consecuencias históricas: La derecha franquista victoriosa de la Guerra Civil y protagonista de la dictadura aglutinados en el Partido Popular, por un lado,  y las izquierdas víctimas perdedoras del enfrentamiento fratricida, por otra. Bien es verdad que a lo largo de la historia esta aparente dicotomía ha perdido la hegemonía de antaño. Después de la crisis y del estado de corrupción generalizada que disfrutamos en España, hay quien piensa que a pesar de ser víctima sin distinción toda la ciudadanía, el español adicto a comprar La Razón,  el ABC, El Mundo o El País, va a continuar votando por  ideología.
En segundo lugar, es preciso analizar dos cuestiones previas: Los ciudadanos que no denunciamos la corrupción nos  convertimos en cómplices. Y aquellos que votamos a los corruptos porque nos favorecen sus corruptelas o por fidelidad ideológica, somos también corruptos. Cuando en un país como España que se ha llegado a unas cotas dramáticas de corrupción, fraude fiscal y economía  sumergida, los electores alguna responsabilidad tenemos. Más aún, cuando las políticas perversas emanadas de la troica europea, han causado tantos y tantos crímenes en toda la población, y el electorado vuelve a votar a los mismos políticos que nos han llevado a la ruina nacional, algo o mucho huele a podrido en reino de España.
En tercer lugar, como reacción  a tanto disparate criminal, han formado en la calle el ágora de los indignados. Demagogia lo llaman los responsables políticos. Pero antes de seguir es preciso reafirmar el contenido del vocablo, crimen, con todos los matices y sus acepciones que cada cual es libre de utilizar o no. Los indignados, los desahuciados, los dependientes, los estudiantes, los enfermos, los pensionistas, los inmigrantes, los parados, los funcionarios, los científicos, los profesores, los médicos y enfermeros… todos estamos  sufriendo recortes en los derechos constitucionales. Todo es legal pero manifiestamente injusto, la desigualdad es patente y los bancos, la patronal y la Iglesia están satisfechos con la gobernanza del PP, confundiendo la democrática mayoría absoluta, con el poder absolutista. Aunque su política es legal, su resultado es perverso e inmoral para el conjunto de los ciudadanos. Es un crimen tipificado por la conciencia ciudadana. Los crímenes también se cometen en tiempos de paz y los delitos también se cometen contra la moral, aunque las leyes sean legales. Ahora es el pueblo quien percibe dónde está el crimen. Al margen de la jerga jurídica. No en balde la justicia emana del pueblo. Este ágora aún no tiene forma política viable, pero es sin duda el sentir popular.
Después de estas tres sensibilidades que de ninguna forma acreditan, que se vayan a materializar en las urnas como expresión genuina de cada una de ellas, existe otra sensibilidad que sería la mayoría indecisa. Se ha venido hablando de la mayoría silenciosa, qua ahora es difícil de concretar porque la calle es un hervidero de gritos, denuncias y rechazo. Pero he tenido la oportunidad de debatir con uno de estos ciudadanos y me ha hecho ahondar en este colectivo cuya reflexión es coherente y exhaustiva.
En este cuarto lugar está la mayoría indecisa que lejos de ser el último colectivo a tener en cuenta, es uno de los que tienen planteamientos con base positiva para analizar. La mayoría indecisa, nada tiene que ver con los abstencionistas, los que votan en blanco o aquellos que entregan el voto para que sea considerado como nulo. Los indecisos se hacen un planteamiento de discusión permanente sobre qué ideología política o que personas son las más idóneas para gobernar, en el aquí y ahora de España. Y este debate agota el tiempo hasta el último instante. No se siente ligado a complejos ni prejuicios políticos y religiosos, y tampoco guardan fidelidad ideológica permanente. Son versátiles y su norte está en la Constitución. Su método consiste en cumplir las leyes, garantes del Estado de Derecho. Los logros políticos corregirán los errores cometidos. Para esta corriente de opinión los objetivos políticos se alcanzan con el devenir antropológico, político y hasta filosófico del ser humano. Esta corriente, salvando las distancias milenarias, tiene influencia del estoico Heráclito: "Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña." La realidad entendida como proceso o cambio. Proceso mediante el cual algo se hace o llega a ser, a consumarse. Para los indecisos las ideologías no deben ser dogmáticas, sino pragmáticas.
Estas cuatro formas de abordar las próximas elecciones en España, invitan a la reflexión seria y huir de las quinielas de encuestas interesadas, periodismo ramplón y publicidad engañosa.




sábado, 27 de julio de 2013

RAJOY FRENTE A RAJOY (Gobierno insostenible, dimisión inminente)

Por Pedro Taracena Gil



Mientras, políticamente el perfil de Rajoy no cotiza en ningún valor de ninguna bolsa de ningún país.

El torpe, terco y parco Presidente del Gobierno, tiene un dilema planteado sobre sí mismo frente a España y al mundo, que nunca se lo podría haber imaginado. El discurso al cual nos tiene acostumbrados está lleno de vaguedades, obviedades, frases hechas sin ningún sabio contenido, y ha llegado a su agotamiento político por necio e inepto. Más aún por embustero y mentiroso. El peor de los enemigos de Rajoy no está en la oposición, se encuentra a buen recaudo en las hemerotecas. Los periodistas sagaces, independientes y amantes de la verdad y del derecho a la información, delatan a Rajoy y sus secuaces plagados de falsedades, contradicciones, cambios de opinión, incumplimiento de promesas y programas electorales.



La presión mundial ha doblegado la negativa de Rajoy de comparecer en el  Parlamento. Llega a la sede de la soberanía nacional arrastrando una carga desconocida por su volumen total de corrupción largamente negada, y conductas más perversas de poder absolutista que de democrática mayoría absoluta. Con unanimidad la oposición le ha denunciado que viene a la sede de la soberanía nacional con tardanza y con malas formas, arropando un turbio fondo, el poso de la desinformación y la mentira. Esta presión ha evitado la pretensión de secuestrar la verdad al Congreso de los Diputados, con estrategias torticeras.





El dilema de Rajoy y de sus lacayos y compañeros de presuntas corruptelas, ilegalidades y fraudes al fisco, se dilucida en varios frentes. En el Congreso de los Diputados y en la Justicia. Si se niegan a dar detalles en sede parlamentaria de la financiación ilegal del PP; argumentando que esta materia está siendo investigada por los tribunales, entonces aguantarán este chaparrón, pero la tormenta política no amainará. Su credibilidad y confianza caerá aún más si cabe. Otro de los frentes está en la lucha contra la corrupción, un juez investiga la financiación del partido mediante sobornos para obtener fondos, que más tarde se distribuían entre los presuntos capos de la calle Génova. Es verosímil que sean llamados a declarar todos aquellos cargos públicos, que sus nombres están escritos en los ya célebres papeles de Bárcenas. Serían llamados a declarar todos los integrantes del rompecabezas de la trama, puesto que todos ellos forman una unidad con estrategia propia. Pueden ser llamados como testigos obligados a decir la verdad, cuya verdad habrían omitido a Las Cortes Generales, y entonces se hundirían en el abismo de la contradicción y la mentira. Por el contrario si son llamados como imputados, pueden negarse a declarar o no declarar en contra suya, en este caso será la Justicia quien dilucidará la presunta culpabilidad.




También puede darse el caso de que, quienes defienden su presunción de inocencia hasta el delirium tremens, obtengan la satisfacción de que el caso quede sobreseído por falta de pruebas o por aspectos que no respeten las garantías procesales de los presuntos corruptos. O como ya gozan de un precedente, que la ilegalidad investigada haya prescrito. Se puede archivar el caso, también, porque los papeles de Bárcenas sean un invento del extesorero del Partido Popular; haciendo suyo un negocio ilegal al margen de los herederos y defensores del franquismo, es decir, los hombres de Aznar y Rajoy.  No podemos abandonar la idea de que, de igual forma que Bárcenas ahora ha cambiado su estrategia al contar al juez la presunta verdad, que desmiente la presunta mentira declarada anteriormente, el exjefe del extesorero se apunte al carro de la sinceridad y lo que antes era presuntamente falso, ahora comparezca diciendo que algunas cosas son presuntamente  verdad. Es posible que Rajoy monte en la tribuna del Congreso de los Diputados, un espectáculo similar a la ya mítica intervención de la brillante Cospedal. Como conclusión, siempre en el plano hipotético, Rajoy tratará de convencer a sus señorías que los papeles de Bárcenas ni son falsos ni verdaderos, ni todo lo contrario pero en todo momento con brillantez parlamentaria. Torpe, terco y parco.




El paréntesis se abre con la entrada nada triunfal de Rajoy en el Parlamento y se cerrará cuando los casos de corrupción del Partido Popular tengan sentencia firme. Mientras, políticamente el perfil de Rajoy no cotiza en ningún valor de ninguna bolsa de ningún país.