sábado, 31 de marzo de 2012

MIS SUEÑOS PREFERIDOS


Basílica de San Pedro. Pedro Taracena 
Anoche soñé que:

El Papa Benedicto XVI había enviado una carta secreta escrita en latín a los obispos de todo el orbe católico. Un mensaje cifrado guardado en los archivos vaticanos cuyo contenido había encontrado cuando era cardenal prefecto del Santo Oficio. Pero indescifrable para toda persona ajena al Papa y a los obispos destinatarios. El entonces cardenal Ratzinger descubrió que esta carta había sido divulgada a todos los obispos titulares de sede catedralicia, por sus predecesores, desde Pío XII a Juan Pablo II. No obstante, el contenido del mensaje papal jamás fue conocido por la cristiandad. El Papa correspondiente a cada época había comprometido a todos los obispos a sellar el secreto bajo el sigilo sacramental. Los papas habían logrado el primero de sus propósitos, mantener el secreto. Sin embrago, el otro secreto correspondía a obrar en consecuencia según el contenido del texto papal, y no había constancia de que se hubiera ejecutado. Todos los pontífices habían enviado la carta interpretando los signos de los tiempos, con el mismo magisterio auténtico que otorgan las encíclicas. Un motu proprio no dogmático. Benedicto XVI una vez elevado al solio pontificio, tuvo acceso a las cifras romanas y a una frase en hebreo que hacían comprensible el contenido de aquella epístola. Una vez descubierto el mensaje en primera persona del plural mayestático, el vicario  actual adentró en el privilegio papal, pero también participó de su angustia y ansiedad. Pero después de una reflexión in extremis decidió epatar y emular a sus predecesores de feliz memoria. El correo papal salió de la romana sede apostólica por el conducto más sigiloso, previsto por la seguridad y diplomacia vaticanas para casos de extrema gravedad. A la memoria del anciano Obispo de Roma acudieron los eventos contemporáneos a cada uno de los papas, autores de la misiva secreta. Pío XII y su implicación en el nazismo. Por activa o por pasiva. Por acción u omisión. Juan XXIII y su iniciativa de convocar un concilio ecuménico para que llegase a la Iglesia el aggiornamento. Pablo VI que en su discurso en la sede de Naciones Unidas denunció la guerra de Vietnam y abogó en favor de la paz. Y promulgó la encíclica Populorum Progressio, sobre el desarrollo de los pueblos. 

Columnata de Bernini. Pedro Taracena

A la muerte de Pablo VI el cónclave cardenalicio eligió al cardenal Albino Luciani; siendo coronado con la tiara papal, bajo los nombres de Juan Pablo I. Su pontificado se mantuvo durante 33 días. A pesar de su brevedad, Benedicto XVI pudo comprobar una vez aposentado en la silla de Pedro que el papa Luciani había tenido el tiempo suficiente como para enviar su carta a los pastores de la Iglesia. Después del cónclave prescriptivo fue elegido para ocupar la sede vacante, el cardenal Karol Wojtyla, siguiendo la dinastía de su predecesor, bajo los nombres de Juan Pablo II. Este papa de origen polaco venía del mundo comunista. Y cerrando el cortejo de sus predecesores, el papa Ratzinger era alemán y el más ortodoxo que todos ellos. Durante sus pontificados ocurrieron numerosos eventos y no pocos hitos en la historia de la humanidad. Desde la aparente conversión del emperador Constantino, la Iglesia ha sido una potencia proselitista, económica, militar, política y también apostólica. Es evidente que ha estado inmersa en las intrigas, conflictos y guerras mundiales. Los sucesores de Pedro, en su privacidad tomaron conciencia de la gran traición que habían hecho al  apostolado legado por Jesús, el hijo del carpintero, y sintieron pánico y desolación en su amarga soledad. Pío XII, fue cómplice del holocausto. Juan XXIII, cuando convocó el concilio, auténtico acto de contrición ente el mundo actual, fue contrariado por muchos obispos, arzobispos y cardenales que trataron de boicotear la iniciativa del papa bueno. Su vocación ecuménica fue contestada por los más tradicionales. Pablo VI tuvo conflictos diplomáticos con la dictadura de Franco; un régimen confesional donde la Iglesia implantó el nacionalcatolicismo. Abogó por los derechos humanos y el desarrollo de los pueblos. Sobre el breve pontificado de Juan Pablo I  se cierna toda clase de sospechas de asesinato, fundadas en el secretismo y ocultismo de la curia romana. Tampoco se libró de la soledad y la angustia papales Juan Pablo II que llegó al trono de San Pedro procedente del bloque comunista, después de haber pasado en su juventud por las filas del ineludible nazismo. Hizo todo lo posible para que la Iglesia anclara la barca del pescador; volviendo a las épocas anteriores al Vaticano II. Se alineó con las fuerzas políticas mundiales  más conservadoras; potenciando agrupaciones dentro de la Iglesia ultra ortodoxas. Como el Opus Dei, el movimiento del Camino Neocatecumenal y los Legionarios de Cristo Rey. Y por último Benedicto XVI, es el pontífice más genuino de entre sus predecesores. Se acerca al empaque y aislamiento de Pío XII. Sobre todo su objetivo ha sido el volver a las formas clásicas anteriores a todo aggiornamento. Conservar el depósito de la fe y las costumbres morales intactas y ajenas al mundo actual. Enemigo declarado de la teología de la liberación. Defensor del uso del latín como lengua universal de la Iglesia. La dicotomía filosófica y teológica sufrida por los pontífices, en su actitud personal y colegial, ha creado sin duda, una contradicción con la verdadera doctrina emanada directamente de las palabras de Cristo, y la conciliación con su alter ego ha sido insostenible. Aquella agrupación de pescadores sencillos, ignorantes y tímidos, contemplados veinte siglos después, es normal que aterrorice a los herederos de los apóstoles. Es decir, la tradición de la Iglesia, que siempre la escribió con mayúscula y la antepuso el prefijo de santa. Es humano comprender que los papas, sensatos testigos que la Santa Tradición asuman que les ha llevado a una actitud fatua, engreída y altanera. En cuya cárcel están prisioneros frente al devenir de la historia. El contenido de la carta papal no era ajeno a este conflicto escandaloso del cual la Historia les pide cuentas. Dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios. Al césar han complacido en exceso y al pueblo le han ignorado. Y con el pueblo han olvidado al mismo Dios. El papado cobijado en su plural mayestático ha lanzado un grito de libertad y de honestidad, silenciado por la diplomacia vaticana y la real politik. Pero los prelados también han ahogado la verdad en el sigilo sacramental. Aunque mi sueño hubiera sido eterno, jamás hubiera descubierto la confesión de los papas a sus obispos…



Ricardo Bellver

Anoche soñé que:

La humanidad había perdido la idea de la religión. Toda idea o pensamiento que no tuviera cabida en la razón, era descartada. La historia del conocimiento inauguraba la era del razonamiento. Producto de la razón como patrimonio humano no especulativo de hipótesis irracionales. Las consecuencias de este replanteamiento del mundo real, abarcaba otros campos, afectados por el imperio de las deidades, concebidas y creadas por la mente del hombre sin validación racional. La moral y la ética como definidoras del mal y del bien. Cuya influencia sobre los hombres era impuesta mediante la hipótesis de la existencia divina, cuya voluntad era gestionada por la clase sacerdotal. La idea de un dios y como consecuencia de la religión, tan sólo se conocía a través de  una presunta revelación de los dioses a un pueblo elegido o una clase profética y levítica. Toda esta teología, ciencia que trata de Dios, pertenecía a una   concepción humana, al margen del uso de la razón. Con ciega aceptación. Sin analizar los motivos de porqué el hombre ha tendido hacia la trascendencia que supera su percepción más próxima y sensitiva, ahora lo que cabía analizar era las consecuencias de esta ruptura con lo antihumano, lo sobrenatural, lo irracional.
Únicamente a través de la razón el hombre obtenía respuesta a sus interrogantes que la vida le plantea. A partir de este principio ausente de prejuicios, la realidad fluye con los mismos nombres pero con otros contenidos. Las acciones del ser humano en libertad que antes eran negativas ahora pasan al signo contrario. Innumerables ejemplos: En el orden de la realización sexual, había virtud donde antes se contemplaba el vicio. La autosatisfacción es libre y la relación sexual ajena al amor y la procreación depende del acuerdo entre iguales. La razón no establece normas que no haya asumido antes, y rechaza las que repugnan a la propia naturaleza humana. La pederastia, la violación, el proxenetismo, el estupro, el incesto y todo ello sin necesidad del mandato divino concebido por la mente del hombre.
Cuando el comportamiento humano insertado en cualquier cultura utiliza la lógica, el haz el bien y evita el mal, es expresión de su razón. No matarás, no maltratarás, no molestarás, son mandatos conforme a la razón.  Y de igual modo en el terreno de la propiedad privada y el bien común. Son premisas de una convivencia basada en el razonamiento como base de la justicia, la libertad y la solidaridad. Sin religión y sin ningún dios que rendirle cuentas, la convivencia es más fácil de comprender. Las normas se entienden y su cumplimiento es más meritorio. Vivir sin religión es romper con lo incomprensible, renunciar al misterio, practicar el libre albedrío. Desamordazar a la razón. Ejercer de librepensadores. Encontrar la verdad detrás del conocimiento sin prejuicios.  Todo ello supone renunciar a la verdad absoluta en virtud de las verdades compartidas por todos. Así como las dudas, los errores y los aciertos. El uso de la razón nos hace estar más cercanos a la realidad. Razonar y desmitificar lo absoluto, la perfección, lo infinito, lo sobrenatural. Aceptando los términos finitos de nuestra condición humana.
Qué hacer con los símbolos de la religión y sus huellas. Sin necesidad de hacer una gran abstracción, deben quedar como las pinturas rupestres, las pirámides de Egipto o el Partenón de Atenas. Que ahora solo influyen en nuestra admiración de cómo utilizaron la razón para avanzar en el conocimiento humano. Y las huellas han de desaparecer de la organización de la polis, de la política. De la convivencia, la libertad, la igualdad y la solidaridad. Y gobernar como si Dios no existiera. A propósito de esta reflexión me entregué al análisis de una tras otra de las normas que los hombres se han dotado por haber intervenido una divinidad en el mundo. Más exactamente la clase sacerdotal que se arrogó la interlocución e interpretación de la revelación divina. Y sobre todo el maridaje con el poder temporal. El recuento de las interminables leyes contaminadas con preceptos del más allá, así como la infinidad de guerras religiosas acaecidas, me hizo despertar de aquel profundo sueño. 

Puedes puedes descargar el Power Point:
LAS SIETE TOMAS DE MIGUEL ÁNGEL EN EL ÁNGEL CAÍDO



Víctor Ochoa 
Arquitecto

Anoche soñé que:

Era un emprendedor moderno, de los concebidos en la mente de Rajoy y en las leyes de la derecha. Un creativo que ilusionando con sus proyectos a los bancos le habría de conceder la ayuda necesaria para cumplir sus sueños. Ilusiones que otros muchos vieron cumplidas antaño y que la crisis se llevó por delante. Ilusiones que quieren abordar después de la carrera y el máster correspondiente. Un día abandoné mis lunes al sol y me encaminé a la oficina de emprendedores. Allí iba a conocer de primera mano los cómos para abordar mi futuro con ahínco, tal y como me había prometido Rajoy. Pero antes de emprender mi particular aventura, me hice invisible y me coloqué al otro lado del mostrador, ventana única, para crear empresas. Me habían dicho que era cosa de 24 horas o 48 a lo sumo. Allí camuflado pude escuchar sin ser visto al primero de los candidatos:
Vengo de cerrar un bar donde llegamos a trabajar toda la familia y dos empleados más. Dábamos de comer a los de la construcción y con esto de la crisis hemos tenido que cerrar. Y con la indemnización que hemos tenido que librar a los dos asalariados, nos hemos quedado en la ruina. Cotizamos muy poco como autónomos y ahora cobramos lo mínimo. Pero soy un profesional de la hostelería y es mi deseo volver a poner un negocio. Eso sí sin empleados. El funcionario de la oficina de emprendedores, le entregó un formulario para que cuantificara en euros su proyecto. Después sería el banco quien le constataría si era digno de crédito y si todos sus riesgos estaban cubiertos.
La siguiente fue una chica joven que deseaba poner una academia de Economía Contable para formar a profesionales de la gestión. Era licenciada en Ciencias Económicas y Derecho. El máster lo había hecho en Oxford y tenía la titulación para impartir clases en ingles, sobre todo en materias relacionadas con la economía el derecho y la bolsa del comercio. El funcionario animó mucho a esta joven porque su currículum iba en línea con la excelencia; pregonada en su comunidad autónoma. El proyecto estaba cuantificado y sólo necesitaría el aval para que el  banco correspondiente hiciera realidad sus sueños. Aunque es probable que necesitara un aval de alguien solvente,
Un joven situado en la cola en tercer lugar expuso su plan. Venía de haber creado una pequeña empresa al servicio de la construcción de casas; había desertado de sus estudios secundarios. Ahora deseaba emprender otro camino también de autónomo. Pero no tenía formación y demandaba al funcionario cursos para trabajar en el sector de las energías renovables. Las ayudas a la formación profesional fuera de los programas reglados por Educación, no se contemplaban en esta oficina, y el funcionario le remitió a matricularse en un centro público de formación profesional. Apenas cotizó como autónomo y ahora no cobraba ayuda alguna. Con el formulario cumplimentado no sabía qué hacer. Necesita comer ahora.
Como nadie me veía, yo sí podía escuchar cerca de ellos sus lamentos y decepciones. Seguidamente situados en la fila de los futuros emprendedores, estaban dos hombres de mediana edad. Exponían al responsable de la ventanilla ministerial que venían de cerrar su empresa porque la administración no le pagaba las facturas producida por trabajos realizados y servicios prestados. Ahora les habían prometido que le liquidarían la mayor parte de la deuda y estaban dispuestos a crear otra empresa. No obstante, el funcionario se adelantó a informarles que debían esperar a tener el dinero y entonces, si eran solventes y presentaban un proyecto atractivo, el banco les ayudaría a emprender una iniciativa pero sin riesgos.
Harto de escuchar a los emprendedores de Rajoy, me decidí hacerme visible y tomar el número para solicitar una ayuda en la oficina de emprendedores… Me  apresuré a tomar el 501, cuando el turno marcaba que estaban atendiendo al número 100. No me pudieron atender porque en ese preciso momento me había despertado.



Pedro Taracena Gil

Anoche soñé que:

Era periodista y entrevistaba al Rey de España en el palacio de Oriente. Fue una conversación distendida recorriendo las estancias abocadas a la calle Bailén. Así le propuse la primera cuestión:
Periodista.- Señor, qué valoración otorga S. M. a los reinados de la Casa de Borbón en España, sobre todo durante los siglos XIX y XX.
Rey.- Hombre, si tenemos en cuenta los avatares de las cortes del resto de Europa, puedo decir que mis predecesores han sido monarcas, digamos que al uso.
Periodista.- ¿Podéis acercaos más a una apreciación más cercana y  personal?
Rey.- Vamos, que me moje me estás diciendo.
Periodista.- Sí, por favor.
Rey.- Pues desempeñaron su reinado con más o menos absolutismo, dando paso  a gobiernos más o menos liberales. No puedo negar a la Historia el hecho de que fuera el rey Fernando VII, quien se cargara a La Pepa. Aunque ahora sea yo quien tenga que rendirle homenaje.
Periodista.- Con la venia yo apostillo que Fernando VII no supo digerir la doctrina de La Pepa, pero que la reina Isabel II, sí se inclinó por gobiernos  liberales; constatando que la democracia de la época se encontraba agredida por los caciques y la Iglesia. Que siempre servían al poder en contra del pueblo.
Periodista.- Majestad, una vez situados históricamente en el reinado de Alfonso XIII, no le pido que juzgue pero sí que analice la Dictadura del General Primo de Ribera.
Rey.- Mi abuelo, el rey Alfonso XIII, hizo lo que creyó más oportuno, no fue una solución democrática, pero la monarquía estaba ya muy deteriorada… Comprendo lo que hizo porque yo pasé momentos difíciles la noche del 23 de febrero de 1981.
Periodista.- ¿Usted cree que fue junto con las elecciones municipales del 31, los prolegómenos de la II República?
Rey.- Sin duda…
Periodista.- La Casa de Bourbon o de Borbón regresa a Francia destronada. Más tarde sería vuestro padre, Don Juan de Borbón, el cabeza visible de la dinastía monárquica española.
Rey.- Así fue…
Periodista.- En España se proclama el advenimiento del régimen republicano con una constitución sancionada el 9 de diciembre de 1931. En 1936 el general Franco en connivencia con el ejército, la burguesía, el capital, los caciques y la Iglesia dan un golpe de mano y derriban la joven República. Se provoca la Guerra Civil y se justifica con una dictadura.
Rey.- Tiempos dificilísimos para mi padre, el Conde de Barcelona…
Periodista.- Efectivamente, a Don Juan no le gustaron los planes del dictador. Franco planifica instaurar, que no restaurar, la institución monárquica, no en su heredero legítimo, sino que planifica que sean las sienes de V.M. quienes se ciñan la Corona de España.
Rey.- Dicho sin tanta pompa y boato, sí, fue así. Yo me encontraba entre la espada y la pared, pero creo haber tenido las ideas claras para escorarme hacia España, terreno ajeno a la familia real y al general.
Periodista.- En 1977 Don Juan abdica de sus derechos dinásticos a favor del V.M. Y al año siguiente se convierte en el Rey de España, no por la designación de Franco, sino por la Constitución Española de 1978.
Rey.- Las Cortes del régimen anterior me otorgaron el nombramiento de Rey de España, pero fue la monarquía parlamentaria  quien legitimó el proceso.
Periodista.- No son pocos los temas tabú que quedaron en el camino. Me refiero a que, efectivamente, el primer interesado en que Las Cortes legitimaran con premura su nombramiento, debía ser V.M. Porque de haber tardado, el régimen que estaba pendiente de rescatar del golpe militar de Franco, era la República…
Rey.- Sinceramente, los intereses creados por los que mantuvieron la dictadura, no lo hubieran permitido.
Periodista.- Pero ahora, año 2012, qué inconveniente existe para el Rey de Rey  España, no condene la dictadura franquista y el franquismo. Aún más, no reconozca el valor legítimo de la II República; poniéndola en el calendario de la Historia.
Rey.- Como ciudadano español es justo y necesario. Pero…
Periodista.- Sí, Majestad…
Rey.- Como Rey debo ser el árbitro equidistante de todas las sensibilidades.
Periodista.- ¿Podría avanzar algún detalle de esa equidistancia?
Rey.- Pues… mientras aquellos que tuvieron arte y parte en la dictadura e hicieron la transición aunque consensuada con los demócratas, no condenen el régimen anterior, el Rey no puede significarse…
Periodista.- Como ciudadano lo puedo comprender pero no lo comparto. Con todos mis respetos, esa equidistancia, homologa al Rey de España con una de las partes, es decir, con el Partido Popular. Furibundo partidario del franquismo, anclando sus raíces más si cabe, en los orígenes de su fundador. Manuel Fraga.
Rey.- Es posible que el rey Felipe VI pueda hacerlo…
Periodista.- Una última cuestión. Qué supone más coherencia política para el rey Juan Carlos I: 1º Reconocer la legitimidad de la II Repúblico. 2º Condenar la dictadura del general Franco, y 3º Denunciar la existencia del post-franquismo. Teniendo en cuanta que ninguno de los tres aspectos merman un ápice su legitimidad como Rey de España
Rey.- La historia juzgará la equidistaría y la coherencia…
Periodista.- Señor. Muchas gracias. A todo esto, a quién pertenece la estatua ecuestre del centro de la plaza de Oriente…
Rey.- A Felipe IV.
El despertar a un domingo primaveral me hizo abandonar la impostura de periodista real…




Pedro Taracena Gil


Anoche soñé que:


Esperanza Aguirre era una gran señora llena de virtudes, mater et magistra de todos los matritenses. Esta noble y buena dama, había convertido la Puerta del Sol en un ágora, donde todas las tardes celebrara el tea party con los sindicalistas, miembros del movimiento 15-M y dependientes de la región. Allí derrochaba amor y simpatía con todos. Su abolengo y prosopopeya dejaba atónitos a propios y extraños. Era una mujer de verbo fluido, dulce, llano,  educado y culto. Trataba con delicadeza y respeto a todos aquellos que podían concurrir en discrepancia con sus centradas, sabias y justas ideas. Era aclamada como lideresa indiscutible por todos los que nos acercábamos cada tarde a los aledaños de palacio. Ella se sentía segura ante las amenazas de que interrumpieran el sosiego de su encuentro con el pueblo, un aquelarre de carcamales resentidos, y fueran a ocupar su mansión, cual Palacio de Invierno. Se presentaba como la mujer más liberal del mundo. Encarnación de la Mariana Pineda del siglo XXI. Todo un hombre de estado en femenino. Asidua a los cortes de cinta, hábil a la hora de colocar ladrillos, a modo de primeras piedras. La genta le aclamaba por sus logros conseguidos: Procuraba una educación siempre en busca de la excelencia. Integración de ambos sexos reflejo de la sociedad real y democrática. La infancia era los príncipes de su virreinato, conciliando a las familias. Los mejores hospitales, el mejor transporte y la inigualable asistencia a la dependencia del que no puede valerse por sí mismo. Y todos ello era conseguido a través de la iniciativa pública, pulcramente gestionada a través de su inquebrantable vocación hacia el sector que es de todos, el sector público. En mi sueño, la excelsa señora y aristocrática presidenta, estaba defendiendo como es habitual en ella, una causa justa. Alguien había osado amenazar a los sindicatos con filmar los atropellos cometidos por los piquetes informativos y colgarlos en la Red, para después obrar en consecuencia. Pero lo que más le irritaba a la exquisita y augusta condesa, era que alguien augurara que los  sindicatos también caerían como el muro de Berlín.
De repente, una carga policial irrumpió en la Puerta del Sol y despertándome, me hizo saber que ya había amanecido.

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