El juez Garzón recurre al Tribunal Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo por indefensión. Supone una vergüenza para España que los jueces del Tribunal Supremo, antepongan la Ley de la Amnistía, hecha precisamente para amnistiar a los represaliados de la dictadura, a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Estos jueces se ofenden porque se les acusa de presunto comportamiento franquista. Pero levantan sospechas al más indiferente de los ciudadanos, cuando se niegan a investigar el genocidio de Franco; obviando que estos crímenes se puedan escapar al principio de Justicia Universal. Soy un ciudadano lego en Derecho, pero me atengo a lo que dice la Constitución Española: “La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por los Jueces y Magistrados”. Que no se rasguen las vestiduras porque muchos de ellos tengan sus raíces hundidas en el más profundo franquismo; condenando sus pompas y sus obras impartirán mejor justicia.
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